Tras la conmemoración del centenario de la muerte de Franz Kafka, ayer se han desarrollado nuevas publicaciones, charlas y encuentros en torno al escritor de obras como El Proceso o La Metamorfosis. Siguen latiendo. Efe
Considerado uno de los creadores literarios más emblemáticos de la lengua alemana, pidió que su obra fuera quemada cuando muriera. En la serie de televisión Kafka, de la Primera Cadena de Televisión Alemana (ARD), con guión del novelista austriaco Daniel Kehlman y consejos del biógrafo del escritor Rainer Stach, hay una escena en la que Max Brod, amigo y albacea del escritor, Abandona abruptamente lo que entonces era Checoslovaquia después de la invasión nazi.
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Kafka estaba comprometido con Felice Bauer, pero el matrimonio nunca se celebró.
Foto:imágenes falsas
A esta producción se le puede sumarr varias exposicionesuno sobre fotografía en la Staatsbibliotek de Berlín y otro en el Museo Judío sobre sus hermanas, publicaciones como un ensayo biográfico de Rüdiger Safranski y ciclos de artículos sobre el autor en diversos periódicos.
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Estaba buscando su lugar en el mundo.
El autor tampoco encuentra un final que le deje satisfecho para sus tres novelas, que consideró en el momento de su muerte (3 de junio de 1924) haber quedado fragmentadas.
Su último deseo (y algo que recalcó a Brod) fue que esos manuscritos serán quemados, lo que éste no hizo, dando paso a clásicos profundos que siguen latiendo.