La nave espacial Starliner de la firma privada, con los astronautas de la NASA Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams a bordo, tiene previsto despegar a las 10:52 hora local (14:52 GMT) del miércoles 5 de junio, desde una plataforma en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida (EE.UU.).
En caso de que la misión CFT no pueda lanzarse ese día Prueba de vuelo con tripulación), la agencia espacial estadounidense y Boeing tienen como fecha de respaldo el próximo jueves 6 de junio.
El intento del miércoles fue anunciado tras la cancelación del despegue el pasado sábado 1 de junio, debido a un problema técnico identificado en la base de la plataforma de lanzamiento.
El Starliner tenía previsto ascender a las 12:25 hora local (16:25 GMT) de ese día hacia la Estación Espacial Internacional (ISS), propulsado por un cohete Atlas V de la compañía United Launch Alliance (ULA).
Sin embargo, el secuenciador de lanzamiento terrestre encontró una anomalía y automáticamente abortó la misión faltando 3 minutos y 50 segundos para el despegue.
Los responsables de la misión han descubierto que el problema se originó en un chasis que suministra energía a las tarjetas informáticas relacionadas con el cohete Atlas V, chasis que ya fue sustituido el domingo 2 de junio.
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“ULA completó verificaciones funcionales en el nuevo chasis y tarjetas, y todos hardware opera normalmente”, dijo la NASA en un comunicado.
Los responsables de la misión descartaron rápidamente la posibilidad de enviar la nave el domingo 2 de junio, tras la cancelación del sábado 1 de junio, y durante el fin de semana trabajaron para poder lanzarla el miércoles 5 de junio.
Si no logran enviar la misión el próximo miércoles 5 o jueves 6, tendrán que posponer el lanzamiento al menos diez días para poder cambiar las baterías del cohete ULA.
El pasado fin de semana no fue la primera cancelación del despegue de esta misión, que en general ha sufrido varios retrasos.
El 6 de mayo, el Starliner se preparaba para ascender hacia la ISS desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, pero unas dos horas antes del lanzamiento la operación se suspendió después de que se descubriera una anomalía en un tanque de oxígeno líquido en la ISS. Atlas V, de la ULA.
Posteriormente se descubrió una pequeña fuga de helio en el módulo de servicio del Starliner, lo que provocó nuevos aplazamientos.
El éxito de la misión CFT permitirá a Boeing obtener las certificaciones necesarias de la NASA de cara a operar como segundo proveedor de transporte de carga y tripulación a la ISS.
Boeing y SpaceX han firmado contratos millonarios con la NASA para prestar este servicio y hasta la fecha sólo la segunda ha podido cumplir el objetivo.
