Un problema técnico en una instalación de gas en el Mar del Norte provocó este lunes una parada repentina en el flujo de gas entre el país nórdico y la Unión Europea. El fallo, una grieta en una tubería que ha obligado a detener el tránsito de este combustible entre la instalación extractiva de Sleipner Riser y la planta procesadora de Nyhamna, ha disparado el índice TTF holandés –que sirve de referencia en el Viejo Continente– a su nivel más alto. nivel en lo que va de año. Después de la invasión rusa de Ucrania, Noruega es el mayor proveedor de gas de los Veintisiete.
La grieta de dos pulgadas todavía no tiene fecha prevista de reparación, según Gassco, la empresa que gestiona el sistema gasista del país nórdico. La firma estatal, sin embargo, ha aclarado que la situación no reviste gravedad. Sin embargo, esto tiene “importantes consecuencias desde el punto de vista del suministro”, según el director de operaciones de la empresa, Alfred Hansen. “El operador de la planta [la anglo-neerlandesa Shell] “Nos dará una estimación precisa de cuánto tiempo llevará y luego podremos actualizar nuestras previsiones”.
Además de un importante yacimiento de gas, Sleipner Riser es un punto clave de confluencia de dos gasoductos que, a su vez, son clave para llevar el combustible, fundamental para la industria, al resto del continente y al Reino Unido. “Estamos trabajando en un plan para repararlo y, también, seguir enviando la máxima cantidad posible de gas a Europa”, añadió un portavoz de la gestora de gas noruega.
El año pasado, según datos de la Comisión Europea, algo más del 30% del gas consumido en la UE provino de Noruega. El segundo proveedor, Estados Unidos, apenas alcanzó el 20%.
Más de 38 euros
Este lunes, horas después de conocerse el problema, el TTF ha superado los 38,5 euros el megavatio hora (MWh). Una cifra sin precedentes desde diciembre del año pasado, incluso en plena temporada de calefacción, cuando el consumo se dispara en el hemisferio norte. Sin embargo, el incremento diario, que ha alcanzado los dos dígitos, se ha ido moderando con el paso de las horas: a las cinco de la tarde, el incremento rondaba el 5% respecto al cierre del viernes pasado.
El precio del gas es fundamental no sólo para la industria sino también para la generación de electricidad: cualquier incremento en su precio se traslada casi de inmediato al precio de la electricidad, porque las centrales de ciclo combinado son las que fijan el precio en el mercado mayorista. . cuando las energías renovables no son capaces por sí solas de cubrir toda la demanda.
Sin embargo, a pesar de la tensión específica que puede generar este problema técnico, la situación no tiene absolutamente nada que ver con lo vivido en los meses más duros de la crisis energética. En el fatídico año 2022, cuando el precio del gas se disparó hasta alcanzar máximos históricos, la propia seguridad del suministro se vio gravemente afectada. Hoy, sin embargo, las reservas europeas están por encima del 70%, una de las cifras más altas de la historia para esta época del año. El objetivo del Ejecutivo comunitario es llegar al 90% en noviembre, una cifra claramente al alcance.
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