Un desempate de orgullo, coraje y determinación

Un desempate de orgullo, coraje y determinación
Un desempate de orgullo, coraje y determinación

Un desempate de orgullo, coraje y determinación. El Real Oviedo viajó a Eibar con el objetivo claro de competir por el ascenso a final de temporada y el sueño se hizo realidad en Ipurúa. Con la vista puesta en lo que pasaba en Elda y Villarreal, Luis Carrión alineó el siguiente once para la final de este domingo: Leo Román, Viti, Oier Luengo, Dani Calvo, Pomares, Colombatto, Seoane, Paulino de la Fuente, Masca, Borja Sánchez y Alemán.

Un comienzo de locura azul. Cuando apenas había transcurrido el minuto 6 de partido, Borja Sánchez adelantó en la portería al conjunto ovetense con un gol que acercó la portería. Pese al buen arranque carbayón, la SD Eibar fue creciendo con el paso de los minutos, aunque un riguroso penalti de Paulino hizo que los de Etxeberria consiguieran el empate. Aketxe no falló desde los once metros y el 1-1 fue una realidad.

El gol hizo dar un paso más a los locales y aunque el Real Oviedo tuvo la ocasión de marcar el segundo, sería la SD Eibar la que pondría el segundo en el marcador. Una buena jugada combinativa acabó con un cabezazo de Sergio León y el marcador se puso 2-1. El partido se llegó al descanso con el Oviedo perdiendo en el marcador y 0-0 en los enfrentamientos entre Sporting y Racing. Tras la reanudación entró Dubasin en lugar de Masca y la reacción azulgrana fue total. El lateral tuvo el empate en su cabeza pero Luca Zidane evitó el empate con una parada.

En el minuto 65, Bastón y Sebas Moyano entraron en el terreno de juego y el delantero, tras un disparo al larguero, no falló el segundo tiempo y empató el marcador en el minuto 81. A la locura del oviedismo se sumó el meta B del Villarreal que minutos antes había marcado al Racing de Santander y el Real Oviedo volvió a los puestos de playoff. La alegría por el gol de Borja Bastón duró poco ya que prácticamente en la siguiente jugada Corpas aprovechó un contragolpe para poner el 3-2.

Stoichkov y Bastón marcaron en los minutos finales del partido para poner el 4-3 final, que poco importó a los de Carrión ya que el gol estaba conseguido. Alegría, sudor, lágrimas y mucho sufrimiento para celebrar por fin un merecido y justo playoff en el que el Real Oviedo volverá a medirse a la SD Eibar el próximo sábado en el Carlos Tartiere. Ahora toca celebrar y el martes volver a trabajar para una nueva final para lograr el ansiado sueño de ascender a Primera División.

 
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