José Ortega Cano no ha podido contener las lágrimas en uno de los días más difíciles de su vida. Cada 1 de junio, el diestro suele viajar a Chipiona para rendir homenaje a su difunta esposa, Rocío Jurado, junto al resto de la familia. Siempre ilusionada, el diestro ha asegurado que ha sido el amor de su vida… pero lo cierto es que este año se ha visto especialmente afectado.
El diestro llegó al Santuario de la Virgen de Regla acompañado de su hermana Mari Carmen y su marido, Aniceto. Su hija no ha podido asistir al homenaje por sus obligaciones académicas y ha tenido que afrontar este día con menos apoyo.
Una vez dentro de la iglesia, el diestro se mostró más vulnerable… incluso rompió a llorar, reflejando así el dolor que siente 18 años después de la muerte de Rocío Jurado.
Unas imágenes muy llamativas porque han sido muy pocas las ocasiones en las que el torero se ha visto tan afectado por el vacío y ausencia de ‘El Más Grande’. Eso sí, no es de extrañar ya que él siempre ha revelado que no hay nadie como ella y que ha sido el gran amor de su vida.
Al finalizar la misa, el diestro aseguró ante las cámaras que se encontraba “bien” y confesó que “está muy contento de estar aquí porque la vida no es fácil, también he visto mucha gente en la iglesia y Rocío está viva”. , sin lugar a dudas”.
Además, explicó que su hija no había podido asistir porque “está haciendo exámenes” y, además, reveló que “me llamó y parece que todo salió bien, estamos muy contentos”.
