Otra de esas paradojas difíciles de explicar. El gobierno hace malabarismos para mantener el equilibrio fiscal pero termina pegándose un tiro en el pie en ese camino. La crisis del gas de esta semana es un nuevo episodio de la saga.
Mientras Vaca Muerta se ofrece al mundo, y en ese camino la Nación teje consensos sobre el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), en el coyuntura de la semana se labraron retrasos en la finalización de obras de transporte de gas que permitirían ahorros sustanciales en las importaciones de combustible. Este no fue el caso en los últimos días.
ENARSA tuvo que comprar GNL de urgencia para evitar el colapso del sistema por la caída de presión de las tuberías, incentivada por el impulso de una mayor demanda estacional, lo que afectó a las industrias y al suministro de GNC.
Después de todo, es casi un lugar común en la industria que El ciclo de mayor demanda de gas en el país es “mayo-septiembre”. (Neuquén ya dio señales de esta aceleración de la producción en abril, cuando alcanzó su tercera marca histórica, con 92,6 millones de metros cúbicos diarios en promedio -MMm3/d-.) En este contexto, el Gobierno nacional recurrió a parte de los dólares que atesoraba para evitar el desabastecimiento.
Secretario de Energía Eduardo Rodríguez Chirillo Dio explicaciones en una entrevista en radio Mitre. Sostuvo que la crisis estaba relacionada con la falta de terminación de las plantas compresoras del Gasducto Néstor Kirchner, por lo que atribuyó responsabilidad a la gestión anterior. Dijo que se necesitan 40 millones de dólares para concluir estas instalaciones, lo que permitirá duplicar el bombeo a través de las obras inauguradas el invierno pasado. El salto, como se sabe, sería de 11 a 22 millones de metros cúbicos diarios de producción (MMm3/d) en esa traza. Indicó que terminar estas plantas compresoras requiere 142 millones de dólares. No informó si Nación haría los traspasos restantes ni en qué momento. La única pista que dio al respecto es que en el caso se aplica la Ley de Obras Públicas. El significado de la frase es que este trabajo será completado. “Ya pagamos 80 millones”, dijo, en relación a las plantas compresoras. Agregó que, como herencia de la administración anterior, las obras “llevaron seis meses de retraso”. Y que “hubo certificaciones impagas por 6 millones y ajustes de precios por 21 millones”. (Anteriormente había protagonizado un contrapunto en la red social X con su antecesora en el gobierno anterior, Flavia Royón).
No está del todo claro si, fuera de su planificación de compra de GNL y combustibles líquidos, el gobierno aceleró los esfuerzos para completar las dos plantas compresoras para este invierno, y evitar esa presión adicional sobre toda la economía. Lo mismo ocurre con el caso de la reversión del Gasoducto del Norte, que permitirá a Bolivia reemplazar la producción boliviana, que se encuentra en pleno descenso.
El efecto de los retrasos en la finalización de las obras y la crisis de suministro de los últimos quince días no dejó de ser provocar cierto ruido de críticas, silenciosamente, entre las productoras, los cuales son parte del esquema de negocios que busca que el gobierno tenga éxito. La cuestión es que, en esencia, la proclama, más fácil de pronunciar que de aplicar, de liberar el mercado y fomentar la vía exportadora es todo lo que les gustaría. Pero al otro lado del mostrador reciben un bono con una reducción del 50% en 2038 por el suministro de gas y electricidad que generaron en el primer tramo de la gestión de LLA.
Al final de esta semana, la oferta tiende a normalizarse. Queda un invierno que podría ser largo. De hecho, al interior del Gobierno nacional reconocen que el “sistema estará en su límite” en la primera quincena de junio. El daño autoinfligido es lo que menos necesita la Nación, que esta semana logró un logro en la Ley de Bases, con el dictamen del Senado y los legisladores dialogantes que firmaron en comisiones y siempre quisieron ayudar a la actual gestión. El inicio de junio también tiene otra noticia importante: el gobierno pesó la calle y moderó posibles resentimientos latentes. Por eso moderó la carga del impuesto a los combustibles. Lo que en cualquier caso impactará en un incremento promedio del 3,5% en las estaciones de servicio a nivel nacional.
Tras el impacto político que dio la muerte de Guillermo PereyraEl histórico líder de Petroleros Privados, los gremios sectoriales de todo el país retomarán las negociaciones paritarias el próximo martes.
De esta manera, comenzarán a perfilar los aumentos para el próximo año. En principio, no debería haber mayores diferencias entre las cámaras sectoriales y las entidades gremiales. En ambos sectores hay plena conciencia del tipo de oportunidades de crecimiento, especialmente desde Vaca Muerta.
Un tema mantiene despierto a este segmento de trabajadores: la restitución de ganancias. El capítulo fiscal del tratamiento en el Congreso “salió” de comisiones con un guiño a los gobernadores patagónicos: en esta región, si el tratamiento avanza, se aplicará con una brecha del 22% sobre el resto del país. Solteros que ganan más de 2,2 millones de pesos y casados con 2,6 millones. Ése es el rango de aplicabilidad acordado y ahora debe ser respaldado en el debate en la sala.
