El gran festival de la música europea, el Festival de la Canción de Eurovisión 2024, ha comenzado con un espectáculo memorable. Tres figuras emblemáticas del festival, Chanel Terrero, Eleni Foureira y Eric Saade, se han unido para iniciar la primera semifinal. Esta actuación conjunta, que sirvió para recuperar al cantante español, no ha estado exenta de polémica.
El sueco Eric Saade, conocido por su participación en 2011 y de origen palestino, aprovechó su actuación con Popular para expresar su apoyo a Palestina, cuyo conflicto histórico con Israel -que participará en el Festival- se ha agravado en los últimos meses.
Al comienzo de su número musical, Saade mostró una kufiya en su muñeca, un símbolo reconocido de solidaridad pro-palestina. Este gesto no fue un simple detalle, sino un claro posicionamiento político en un evento que tradicionalmente se ha mantenido neutral respecto a los conflictos geopolíticos.
De hecho, habían sido advertidos antes del inicio de Eurovisión de que no llevaran banderas ni símbolos palestinos al Mälmo Arena, además de anunciar controles de seguridad muy rigurosos. Estas medidas buscaban evitar la politización del evento, que reúne a participantes de toda Europa y más allá.
La organización lamenta el gesto de Saade
La reacción no se hizo esperar. La Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del evento, lamentó la decisión del artista. “El Festival de Eurovisión es un programa de televisión en directo. “Todos los artistas conocen las reglas del concurso y lamentamos que Eric Saade haya decidido comprometer la naturaleza apolítica del evento”, dijo una portavoz de la UER. De hecho, las cuentas oficiales de Eurovisión no han elevado la rentabilidad de Saade.
Sin embargo, las redes sociales del artista sueco se han llenado de mensajes de apoyo y cariño por haber expresado abiertamente su solidaridad con el pueblo palestino.
