El primer ministro de Quebec, François Legault, enfrenta críticas de los partidos de oposición por pedir a la policía que desmantelara el campamento pro palestino en el campus de la Universidad McGill.
A pesar de los comentarios del primer ministro y de una reciente reunión a puerta cerrada entre los manifestantes y la administración de la escuela, el grupo dice que no tiene planes de abandonar su campamento.
Los manifestantes están empezando a llamarla una “ciudad pequeña”. Las tiendas de campaña todavía están montadas, hay una biblioteca y aceras de madera. Al entrar en su segunda semana, parece que los llamamientos del primer ministro François Legault han sido ignorados.
El jueves pasado, el primer ministro pidió a la policía de Montreal (SPVM) que cerrara el campo y el martes mantuvo sus palabras.
“He dicho lo que quiero decir. Ahora, corresponde a la dirección de McGill y a la SPVM elegir los medios y los momentos adecuados para garantizar que se respete la ley”, dijo a los periodistas en la ciudad de Quebec.
Pero los partidos de oposición dicen que Legault no debería haber dicho nada en absoluto.
“La separación de poderes es importante. No es una decoración. El derecho a protestar es importante en una sociedad democrática y es profundamente inquietante ver al Sr. Legault intervenir en esa situación”, afirmó Gabriel Nadeau-Dubois, coportavoz de Québec Solidaire.
“Legault debe respetar el Estado de derecho”
Otros dicen que el hecho de que no haya habido intervención policial demuestra que las instituciones de la provincia están funcionando correctamente, especialmente después de que un juez rechazó una orden judicial para desalojar el campamento.
“François Legault era irrelevante al tratar de dar órdenes al SPVM. François Legault debe respetar el Estado de derecho”, afirmó el líder interino del Partido Liberal de Quebec, Marc Tanguay.
“No le corresponde al primer ministro simplemente decirle a la policía qué hacer mientras hay un fallo”, dijo el líder del Parti Québécois, Paul St-Pierre Plamondon. “Y uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con la sentencia, pero es una sentencia”.
Los manifestantes dicen que no hubo avances después de una reunión privada con la universidad el lunes, pero la alcaldesa de Montreal, Valerie Plante, dice que es importante seguir teniendo esas discusiones.
“El SPVM seguirá monitoreando, por supuesto, porque queremos asegurarnos de que sea pacífico”, dijo el alcalde el martes.
