Emilio Aragón, hijo del legendario Miliki, creció entre cámaras y escenarios desde muy pequeño. A lo largo de los años, se ha destacado en diversas facetas del espectáculo. Sin embargo, en una reciente entrevista con Carlos del Amor en Matemáticas espejoAragón se ha pronunciado sobre su decisión de retirarse parcialmente de la vida pública para centrarse en su desarrollo familiar y personal.
Una actividad en la que ha estado invirtiendo mucho tiempo es la música, algo que le apasiona desde muy joven. Uno de los grandes culpables de este amor fue Miliki, su padre. Precisamente, le hizo una promesa que no pudo cumplir: masterizar e interpretar un concierto completo de Maurice Ravel, desafío que ha ido postergando con el paso de los años.
Pese a los impedimentos, Aragón ha dedicado un año entero a estudiar la compleja obra de Ravel, por quien Miliki sentía una gran admiración: “Recuerdo que un día, hablando con mi padre, le dije: Algún día lo tocaré.’ Bueno, mi padre murió y no pude tocarlo… Después de la pandemia comencé a repensar muchas cosas de mi vida y me dije: tengo que estudiar ese concierto… Y llevo un año estudiándolo”.
Emilio Aragón extraña mucho a su padre
Además de su promesa musical, Aragón también ha compartido reflexiones sobre su padre, destacando la influencia que tuvo en él tanto a nivel personal como profesional. “He tenido la suerte de tener un padre, un compañero de trabajo y un amigo. He tenido suerte porque he tenido al profesor en casa. Lo he visto escribir los guiones”, expresó con emoción y admiración hacia el recordado Miliki.
Miliki como fuente de inspiración vital
El artista también ha confesado que todavía rescata lecciones y recuerdos de su padre, indicando que su legado sigue siendo una fuente de inspiración diaria para él: “Lo extraño mucho. Hablamos mucho.”
La entrevista no sólo ha profundizado en su regreso a la música clásica, sino también en cómo la pérdida de su padre ha marcado sus recientes decisiones de vida, centrándose más en su familia y en lo que realmente valora.
