La compañía invirtió 2.129 millones entre enero y marzo y duplicó su deuda respecto a finales de 2023
La caída del precio del gas pesa repsol en el primer trimestre del año. El resultado neto de la empresa dirigida por Josu Jon Imaz ascendió a 969 millones entre enero y marzo, casi un 13% por debajo del mismo periodo del año anterior. La cifra, sin embargo, se mantiene por encima de los niveles prepandemia, sin tener en cuenta los años impactados por la invasión de Ucrania (2021 y 2022).
El resultado neto ajustado, que mide la evolución de los negocios sin tener en cuenta impactos extraordinarios como las variaciones de precios, se situó en 1.267 millones624 millones menos que en los primeros tres meses de 2023.
Las ganancias han caído más que los ingresos. Las ventas de la compañía se situaron hasta marzo en 15.083 millones, un 1,4% menos que en el mismo periodo de 2023. Las inversiones alcanzaron los 2.129 millones de eurosmás de la mitad se asignó a actividades bajas en carbono, lo que representa la compra de ConectarGenpromotor de proyectos de electricidad renovable en Estados Unidos, 715 millones.
Este esfuerzo inversor se reflejó en la deuda neta, que al cierre del trimestre se situó en 3.901 millones de euros. más del doble que los 2.096 millones de finales de 2023.
En Exploración y Producción el resultado ajustado fue 442 millones, un 7% menos que en el mismo periodo de 2023, con una producción total de 590.000 barriles de petróleo equivalente al día. El grupo atribuyó esta evolución a los menores precios de realización del gas, a una mayor amortización y a unos mayores costes de exploración y producción, así como a la desinversión de todos los activos productivos en Canadá, que tuvo un impacto negativo de 17 millones de euros.
En el negocio de Clientes, el resultado ajustado fue de 156 millones, 18 millones menos que en el mismo periodo de 2023, “principalmente por menores resultados en Movilidad y GLP (gas licuado de petróleo). Lo anterior fue parcialmente compensado por mayores resultados en Comercialización de Electricidad y Gas, Lubricantes y Aviación”:
Históricamente ligado a la curva de precios del petróleo y del gas, el grupo ha confirmado que su estrategia de diversificación le permite contener los daños de las oscilaciones de los hidrocarburos.
La compañía prevé duplicar su base de clientes de electricidad y gas, hasta los 4 millones en 2027, y reforzar su posición en el mercado de comercialización de electricidad, donde ya es el cuarto operador, con una cuota del 6%. Su mayor baza es su oferta multienergética, que ha llamado la atención en el sector eléctrico y ha llevado a Iberdrola a imputar ante los tribunales a Repsol por “competencia desleal y blanqueo de capitales ecológico”.
