El medio de comunicación iraní Iran International informó el miércoles sobre el misterioso asesinato del hombre de dinero del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRCG). Muhammad Ibrahim Surur en el Líbano, escribió: “Los asesinos lo obligaron a revelar la contraseña de su teléfono inteligente, le dispararon y escaparon”.
Surur fue encontrado muerto a tiros a principios de este mes en Beit Mery, una ciudad al este de la capital, Beirut. El contacto con él se cortó el día antes del asesinato, y los informes sobre su muerte señalaron que Israel lo había acusado de transferir fondos de Irán a Gaza y de organismos que colaboraban con Hamás, la Jihad Islámica Palestina y Hezbollah.
Según el sitio web asociado con la oposición iraní, ha surgido nueva información que indica que su muerte fue supuestamente causada por la unidad de asesinatos del Mossad. El informe señaló que varios días antes de que se descubriera su cuerpo, una mujer llamada Zainab se le acercó y le pidió ayuda para entregar 14.000 dólares de Irak al Líbano. Según ella, el dinero estaba destinado a pagar el alquiler de la villa donde posteriormente fue encontrado muerto.
El día antes de su muerte, Zainab llamó a su casa pero colgó al no responder. Cuando volvió a llamar, su hija respondió y le transmitió la llamada. Según ella, él respondió: “Aquí no” y luego le preguntó a Zainab cómo consiguió que ella le diera su número de teléfono. Le aseguró la mujer al mencionar a un conocido en común.
Surur fue a la villa acompañado de su sobrino y Zainab le habló a través de la puerta. Según el testimonio del sobrino, según informó el sitio web, la mujer tenía acento libanés.
Al día siguiente, volvió a llamar y dijo que necesitaba sus servicios una vez más después de que se depositaran fondos adicionales en su cuenta. Esta vez, Surur fue solo y los servicios de seguridad libaneses revelaron que tanto sus teléfonos móviles como los de Zainab estuvieron apagados durante su estancia en la villa.
La investigación también reveló que la villa había sido alquilada por un “escuadrón de asesinos” durante un año. Pagaron una suma inicial de 48.000 liras a través de una agencia corredora. Además, se alega que la persona que manejaba las transferencias de dinero con la agencia tenía acento sirio y era uno de los miembros del grupo de asesinos formado por ciudadanos libaneses y sirios.
Los miembros de la unidad interrogaron a Surur durante cuarenta minutos y luego le dispararon nueve balas. Según los testimonios, “lo obligaron a revelar la contraseña de su teléfono y así lograron encontrar detalles sobre sus contactos con Hamás y Hezbolá. Luego le dispararon y huyeron”.
Los informes iniciales sobre la muerte de Surur señalaron que las armas utilizadas para el asesinato fueron encontradas en la cocina, habiendo sido limpiadas con detergentes para eliminar huellas dactilares. Iran International añadió que los tiradores utilizaron dos pistolas Glock 19 personales equipadas con silenciadores. La ropa y los guantes utilizados fueron abandonados y empapados en el mismo material para no dejar rastros de ADN.
El cuerpo de Surur fue encontrado cinco días después de su muerte, con 6.500 dólares en efectivo en su poder. Al parecer, el dinero estaba destinado a aclarar a la policía local que el incidente no fue un robo, pero la ubicación del cuerpo permitió a los involucrados escapar del Líbano antes de que comenzara la investigación. La Dirección General de Seguridad General del Líbano señaló que Zainab y sus asociados abandonaron el país menos de 24 horas después del asesinato.
