La loca —y por suerte breve— historia de ‘Sport Artillero’, el diario deportivo del Rey del Cachopo – .

La loca —y por suerte breve— historia de ‘Sport Artillero’, el diario deportivo del Rey del Cachopo – .
La loca —y por suerte breve— historia de ‘Sport Artillero’, el diario deportivo del Rey del Cachopo – .

Un día de 2018, Cristian estaba viendo la televisión en su casa y vio que cierto César Román Viruete, apodado “el Rey del Cachopo” y quien supuestamente se encontraba desaparecido, había sido detenido por el asesinato de una mujer de 25 años llamada Heidi Paz. No recordaba el rostro, ya que Román también se había caracterizado como camarero venezolano para pasar desapercibido en Zaragoza, “pero cuando dijeron su nombre me pareció muy familiar”, explica este periodista, hoy empleado en una empresa tecnológica. Miró su teléfono y su grupo de WhatsApp de amigos de la universidad estaba hirviendo: “Maldita sea, ¿no es este tipo…?

Sí, era el tipo que había sido brevemente su jefe seis años antes, en un oscuro periódico deportivo del que no queda rastro en Internet: Artillero deportivo. “No teníamos contrato, ni papel firmado, nada que pueda probar que habíamos pasado por allí”, recuerda.

En los múltiples perfiles que se han hecho de Román desde su detención se han detallado sus múltiples engaños, su paso por círculos falangistas, su etapa como hotelero en la que este madrileño autodeclaró a su cachopo como el mejor de España con un ficticio concurso y, por supuesto, los hechos que llevaron a su desaparición tras mata y desmembra a tu pareja. Pero nada se supo de este episodio en el que Román se convirtió en redactor de un diario deportivo, tarea para la que metió en problemas a un grupo de niños de 2º de Periodismo.

Aquella tarde de otoño de 2012, Cristian y algunos amigos suyos se presentaron en un semisótano del número 7 de la calle Marqués de Leganés, una pequeña calle detrás de la Gran Vía. “Javi, un compañero de clase, estaba allí desde el verano anterior trabajando en un digital llamado La picadura y nos dijeron que iban a ampliar la sección de Deportes al baloncesto, concretamente a la Liga ACB”, recuerda. “Ni siquiera nos entrevistaron, simplemente nos presentamos allí y nos pusimos manos a la obra”. Logró reunir a cinco o seis personas, con continuas idas y venidas. Todas las mañanas iban a clase y, Poco después de comer, aparecieron en la redacción..

Heydi Paz Bulnes y su pareja, César Román Viruete, en una foto proporcionada por la familia del fallecido (EC)

El primer día los esperaba allí un hombre de 1,52 metros de altura que les hablaba como si estuviera en una redacción desde que nació. “El tipo hablaba bien y trataba de impresionarnos diciendo cosas relacionadas con el periodismo, por ejemplo corrigiendo algo que nos había dicho un profesor de los titulares”, afirma Alberto Ramírez, ahora jefe de Deportes de El Confidencial y luego uno más de eso tropa de imberbes. al servicio de romano. “Pero incluso entonces, cuando no sabíamos lo que sabemos hoy, se podía ver en las dos frases que realmente el tipo No tenía mucha idea de lo que estaba diciendo.“.

Ese hombre también les dijo que en esa redacción se permitía fumar, a pesar de que la ley lo prohibía desde 2005 en el ámbito laboral. Sin embargo, ¿podría considerarse tal cosa una mesa en medio de la sala de estar de un lúgubre apartamento de tres habitaciones, donde la otra era la redacción? La picadura ¿Y la última es la oficina de Román? “Supongo que había un baño en alguna parte”, dice Ramírez. “Él usó con nosotros un cosas viejas y sucias de periodista“Por ejemplo, nos dijo que si teníamos que trabajar un domingo, pero la noche anterior nos habíamos liado con una tía… entonces podíamos llamarlo sin problema para decirle que no iríamos”.

Trabajaban de lunes a domingo, porque ese periodismo No entendía horarios ni días festivos.ni derechos laborales, contratos o salarios.

¿Pero de dónde había aprendido Román, que en realidad había Menos experiencia en medios que algunos de sus editores.hablar como un editor veterano sacado de la película El cuarto poder?

Así estudió Periodismo

En su biografía criminal, el Rey de Cachopo había Dejó muchos lugares sembrando deudas y enemigos.como este artículo bautismal de El país en 2018, pero incluso quienes maldijeron haberse cruzado con él resaltaron su capacidad para engañar a cualquiera, que es una forma de inteligencia. El tipo tenía un mundo, mucha charla y cierta cultura general, era capaz de convencer a cualquiera que los números de teléfono más solicitados en España estaban en su agenda.

Sus nuevos empleados ignoraban entonces que Román acababa de regresar a Madrid procedente de Málaga, donde la justicia lo estaba buscando para responder a una serie de denuncias: fue buscado por los trabajadores de la federación empresarial que creó, a quienes dejó en la estacada debiéndoles miles de euros, y por los anunciantes de Ahora Málagael periódico de barrio que lanzó a bombo y platillo para intentar acercarse a quienes manejaban el poder político en la capital de la Costa del Sol.

Después de vampirizar el conocimiento de cómo funciona el negocio digital de derecha, intentó replicarlo, pero a lo grande

Román nunca cosía sin hilo, según descubrió. Armando Robles. El periodista malagueño, director de la página Alerta digitalLo conoció en ese momento, cuando lo llamó para entrevistarlo como fuente para un tema sobre Josep Anglada y su partido de ultraderecha, Plataforma por Catalunya. Anglada había tenido a Román como representante en Madrid. Terminaron haciéndose amigos y Robles lo invitó a escribir en su página: Román le daba lo que quería, buena cosa conservadora con condimento católico y, a veces, unas gotas de propia información sobre las rutas del CDScon quien incluso se presentó como suplente en las elecciones de 2011, cuando el partido pasó a llamarse El Centro.

Cómo contó el podcast El Rey del Cachopo (Spotify, 2021), Román repite con Robles una constante en su carrera: después de haber vampirizado el conocimiento sobre cómo funciona un digital de derecha, intenta replicarlo a lo grande y con él sentado en el trono. “No duró mucho”, recuerda Robles molesto, “porque Podría haber hecho un digital de forma humilde.pero no, tuvo que contratar a cinco periodistas a los que evidentemente no les pagó”.

Uno de ellos fue Javi, un joven estudiante de 1º de Periodismo en la Complutense, que un día vio un cartel en su universidad ofreciendo pasantías de verano en un entorno desconocido llamado La picadura.

Caída y caída de El Aguijón

En su primer intento como redactor de prensa, en Ahora MálagaRomán aplicó un modelo de negocio predecible: empezó contratando vendedores, a los que pagaba diariamente, y luego contrató gente para llenar el sitio web con noticias que copiaban del Sur o de Málaga hoy. Ganó dinero con campañas y pancartas Pero, como descubrieron sus empleados, eso Nunca se utilizó para pagar el alquiler ni la luz., y mucho menos las nóminas de sus trabajadores. Cuando la situación se hizo insostenible y encontraron la oficina sellada, Román ya estaba habia desaparecido.

En La picadura yo usaria lo mismo modus operandi, pero con esteroides. Su página comenzó como un blogspot el 3 de diciembre de 2011, pero aún en ese estado larvario, la página presumía de tener marcas de cierto prestigio, como Antonio Miguel Carmona, Andrés Aberasturi cualquiera Melchor Miralles. Bastó rascar un poco para encontrar algunos de ellos publicados en otros medios tres semanas antes. Meses más tarde, ella comenzó a darle forma a su próxima criatura, algo que inicialmente había sido La picadura del deporte, pero al que Román quiso darle un mayor impulso. En teoria, un nuevo periódico deportivo; En la práctica, cinco estudiantes de periodismo se miran en un sótano.

En teoría, un nuevo periódico deportivo; En la práctica, cinco estudiantes de periodismo se miran en un sótano

La editorial de todo lo que fue Arquero & Brull Asociados, el pomposo nombre que enmascara una de las ocho sociedades en las que Román, que cumple una condena de 15 años en Soto del Real, sigue figurando como administrador único. La empresa, en realidad, fue creada años antes por Luis Miguel Triguero Gómez, el creador de empresas falsas más famoso de España, vinculado en su momento a Gürtel y el mismo de hace dos años. vendió empresas como Hot Wheels Ibérica a Víctor de Aldama, el empresario involucrado en el complot de Koldo. Román la adquirió en septiembre de 2006.

“Es cierto que el chico tenía habilidad”, recuerda Javi. “Era un pirata y un estafador, pero vio algo de negocio allí”. El redactor recuerda que Román los abrumó con sus grandes ideas, que nadie estaba preparado para entender, y salpicó el discurso con nombres suyos como el del hijo de Adolfo Suárez, a quien supuestamente se había unido a su Liga Anticorrupción, otro escindir con lo que no llegó muy lejos. “Con el tiempo empecé a desentrañar que lo que quería era crear un medio como todos los que han salido después, que obtienen el dinero institucional y corren“, razona Javi. “Quizás ese era su plan: meter la cabeza en el mundo del deporte, intuyendo que allí se podía ganar dinero”.

La escritura en el bar

Javi había pasado el verano en un oficina alquilada en Getafepero el editor de todo eso había decidido darle un empujón más, es decir, habilitar un segundo medio de comunicación en una sala libre al final del pasillo.

“En una de sus locas derivadas decidió que quería tener un medio deportivo”, explica Javi, el chico al que Román encomendó el día a día. “Básicamente, pasábamos la semana haciendo clic en los teletipos para mantener el sitio web actualizado y los fines de semana cubríamos los juegos”. Cubrir los partidos significaba verlos por televisión e informar sobre ellos. “Ahí empezó a decir que nos iba a pagar“.

El 21 de octubre es el primer día en el que archive.org, la hemeroteca de Internet, registró la existencia de Artillero deportivo.

El imputado César Román, conocido como el Rey del Cachopo, a su llegada a la Audiencia Provincial de Madrid (EFE/Víctor Lerena)

“Esa era un poco como la casa de Tócame Roque”, recuerda Cristian. “La relación con César por mi parte fue poco más que un hola y un adiósme dijo “vas a hacer esto o aquello, adelante”, y vamos, en la redacción fue entre poco y nada“.

La única referencia que tenían los redactores que trabajaban en aquella mesa era su compañero Javi, simplemente porque yo era dos meses mayor que ellos. Le preguntaron a Román si algún día les pagarían algo y siempre recibieron evasivas: “Sí, no, la semana que viene ya veremos, el mes que viene seguro…”

Recuerdan al Rey del Cachopo como un eterno patrón del Mesón O’ Luar, el bar de la calle San Bernardo más cercano a ellos. “Cuando era feliz invitó a todos al bar“, recuerda Javi, que hoy trabaja en un diario económico.

“Cuando estaba feliz invitaba a todos al bar”

Ramírez recuerda lo mismo: “Pasó Más tiempo en el bar de abajo. que en la sala de redacción”. Al revisar el tipo de artículos que publicaron entonces, el periodista levanta una ceja al recordar uno suyo, titulado simplemente: Río Fernando cumple 33 años.

Ninguno de ellos se sumó a la lista de víctimas malversadas por el Rey de Cachopo, simplemente se marcharon temprano y nunca reclamaron un euro: “Estuvimos como un mes en Artillero deportivoentonces ya Estuvimos de acuerdo y nos fuimos todos al mismo tiempo.“dice Javi. “No nos dijo nada, creo que lo vio venir”, confirma Alberto.

El medio, sin embargo, No cerró ese día.. Continuó deambulando un rato más, hasta mediados de 2015, subiendo noticias copiadas de otros sitios sin firmar. Para entonces, Román ya había cumplido su vocación periodística y preparaba la inauguración de A Cañada Delic Experience, la Sidrería de Lavapiés que le valió el sobrenombre con el que pasaría a la historia. Primero tan famoso y poco después tan infame.

 
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