Un mural en Melbourne que pedía el regreso de los rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre ha sido vandalizado con graffitis que decían “Palestina libre”.
Apenas dos días después de que se presentara el cartel “Tráiganlos a casa ahora”, el 14 de abril, activistas antiisraelíes lo pintaron de negro, blanco y rojo.
Con 27 m de ancho y 2,2 m de alto, la exhibición es el mural Bring Them Home Now más grande de Australia y está ubicado en el corazón de la comunidad judía de Melbourne, en el suburbio de St Kilda.
Melbourne es el hogar de casi 50.000 judíos, muchos de los cuales son descendientes de sobrevivientes del Holocausto.
El mural fue diseñado y montado por Mottel Gestetner –quien ha estado colocando carteles en Melbourne desde el 7 de octubre– con la ayuda de judíos e israelíes locales.
El cartel gigante pedía el regreso inmediato de los rehenes que aún están en cautiverio por Hamás, incluidos Noa Argamani, de 26 años, y Hersh Goldberg-Polin, de 23, ambos secuestrados durante la masacre del festival de música de Re’im.
Al descubrir que el enorme cartel había sido desfigurado, la comunidad judía de St Kilda se reunió para recuperar el muro destrozado. Pintaron sobre los graffitis palestinos, volvieron a pegar sus carteles y pintaron con aerosol frases como “tráelos a casa ahora” y “la esperanza es obligatoria”.
Padres y niños pequeños en St Kilda trabajando en la pared con carteles (Imagen: Keren Zelwer)
En respuesta al vandalismo, el líder adjunto de los liberales de Victoria, David Southwick, dijo: “Con el antisemitismo acercándose a sus peores niveles en la historia de nuestro país, la desfiguración del cartel Bring Them Home es otro intento más de silenciar, acosar e intimidar. nuestra comunidad judía.
“Con este acto, el movimiento antiisraelí se ha vuelto a declarar intolerante”.
En febrero, activistas antiisraelíes en Australia hicieron circular los nombres y datos personales de 600 judíos de las industrias creativas que se habían unido a un grupo privado de WhatsApp.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, condenó la “lista de judíos” como antisemita y dijo que el doxxing sería criminalizado.
Keren Zelwer, una defensora de la inclusión de las personas con discapacidad en Melbourne, fue una de los muchos judíos que se habían unido para montar el cartel ahora desfigurado. Ella dijo: “Trabajar con miembros de la comunidad para mostrar solidaridad con nuestros hermanos y hermanas en Israel ha sido una tarea importante para nosotros”.
La pared de carteles vista desde arriba (Foto: Keren Zelwer)
Para Zelwer, despertar dos días después y ver que habían quitado los rostros de nuestros rehenes, incluidos los bebés, fue como una “patada en el estómago”.
Y añadió: “Realmente tuve una reacción visceral al preguntarme cómo alguien podía oponerse al regreso seguro de civiles inocentes. Sin embargo, en unas pocas horas, un increíble equipo de sionistas de Melbourne que apenas se conocen pudieron cambiar todo”.
Dijo que era un “momento de orgullo” ver a la comunidad reunirse en tan poco tiempo para recuperar y amplificar su mensaje. “Nuestro llamado humanitario global a ‘dejar ir a mi pueblo’ no puede ser silenciado”.
