Scottie Scheffler volvió a llorar. El número 1 del mundo no tiene problemas en dar rienda suelta a sus emociones y como ocurrió en 2022, cuando ganó su primera casaca verde, las lágrimas volvieron a escaparse de sus ojos tras embocar el putt en el hoyo 18 del Augusta National y ganar su segundo Masters en sólo tres años.
Sólo Jon Rahm ha podido discutir el dominio del estadounidense, que ahora tendrá que usar sus manos para cambiar pañales en lugar de sostener palos y ganar torneos. Scheffler se debatía entre ganar el Masters y una llamada de su esposa, Meredith, que estaba a punto de dar a luz. El sonido del teléfono podría hacerle abandonar el curso a pesar de su liderazgo. Ella lo había prometido y él es un hombre de palabra.
“Me voy a casa lo más rápido que pueda”, afirmó Scheffler nada más finalizar la cuarta jornada del Masters. Era un mensaje para Meredith, su esposa. Ella era el centro de sus pensamientos mientras caminaba con la cabeza gacha por el jardín de Augusta. Es su forma de concentrarse. Y aunque en esta ocasión otro pensamiento rondaba por su cabeza, Scheffler no perdió la cabeza durante todo el domingo para acabar recibiendo la prenda más codiciada del golf.
“Definitivamente no voy a quitar la vista de la pelota, pero ahora quiero volver a casa, disfrutar de la victoria y disfrutar del nacimiento de mi primer hijo”., aseguró el estadounidense, que ahora tendrá que cambiar el orden de las cosas importantes en su vida. “Todavía me encanta competir, pero mis prioridades cambiarán muy pronto. Mi hijo o mi hija serán ahora la máxima prioridad, junto con mi esposa, por lo que el golf probablemente ocupará el cuarto lugar”.
“Mi hijo o mi hija serán ahora la máxima prioridad, junto con mi esposa, por lo que el golf probablemente ocupará el cuarto lugar”.
Scotty Scheffler
Scheffler se convierte en el primer jugador desde Tiger Woods en ganar una chaqueta verde y el Players Championship en el mismo año. Y a sus 27 años también lo es el cuarto más joven en ganar más de un Masters, tras Jack Nicklaus, Seve Ballesteros y Woods. Y lo hizo a lo grande, pese a las dudas que suscitó entre los hoyos 3 y 7, cuando el resto empezábamos a pensar que Scheffler podía flaquear. Nada de eso. Volvió a concentrarse en el balón y dio una lección de solidez para rematar lo antes posible y poder volver a casa.
“En mi cabeza, eso es todo en lo que puedo pensar ahora”, dijo el golfista de Nueva Jersey. “No estoy pensando en el torneo. No estoy pensando en la chaqueta verde. Estoy tratando de responder a tus preguntas. Me gustaría poder digerir esto un poco más y lo haré cuando llegue a casa. Al fin y al cabo, creo que eso es lo que hace el corazón humano. “Siempre quieres más y creo que hay que luchar contra esas cosas y centrarte en lo que es bueno”.
Más allá del premio que tendrá al llegar a casa, Scheffler volará a Nueva Jersey con una chaqueta verde y con la bolsa más grande conseguida en Augusta. El numero 1 del mundo Ha recibido un premio de 3,6 millones de dólares, el mayor de la historia del Masters, y eleva sus ganancias esta temporada hasta los 15 millones. De hecho, el golfista que empezó junto a su hermana como caddie en su etapa amateur, hoy ya es el décimo jugador que más dinero ha ganado en la historia con un total de 58 millones de dólares en premios. Un bolso que ahora le ayudará a conciliar el sueño, porque “ahora vienen muchos meses en los que dormiré poco”.
