El discurso libertario del presidente argentino Javier Milei suena a música para los oídos de Elon Musk, un multimillonario que busca no verse atado a ninguna legislación que limite sus negocios. El magnate sudafricano con nacionalidad estadounidense recibió al presidente ultraderechista en Tesla, su fábrica de coches eléctricos situada en Austin, Texas. Milei, usuaria habitual de X, propiedad de Musk, publicó una fotografía en la que se le ve saludando al empresario, y su habitual frase: “¡Viva la libertad, carajo!”. El telón de fondo es el interés de Milei por abrirle las puertas a negocios lucrativos en Argentina. Musk tiene la mirada puesta en las reservas de litio en Sudamérica, claves para las baterías de los coches eléctricos, y en la instalación de su empresa de Internet satelital Starlink, que ya opera en Argentina.
El presidente argentino, acompañado de su hermana Karina y el embajador argentino en EE.UU., Gerardo Werthein, no ocultó su entusiasmo por ver a Musk en persona. “Es un placer conocerte, es increíble para mí; Gracias por todo lo que haces por el mundo. Ella es la jefa”, le dijo entre sonrisas. El anfitrión quedó satisfecho: se tomaron fotos, se reunieron y recorrieron la planta industrial.
Milei y Musk coincidieron en la necesidad de liberar los mercados y destacaron la importancia de eliminar las trabas burocráticas que mantienen alejados a los inversores. El presidente ultraderechista le ofreció colaboración en el conflicto que mantiene la red social. Ambos acordaron volver a encontrarse en Argentina en un “gran evento” donde se promuevan las ideas de la libertad.
Litio, clave
El sector del coche eléctrico necesita suministrar litio. La experta en tecnología y directora de Salto Agencia, Natalia Zuazo, explicó a elDiario.es la importancia de este mineral para la fábrica de Musk. “Tesla es el mayor consumidor privado de baterías de litio del mundo. La única mina de litio en Estados Unidos es Silver Peak, a 350 kilómetros de la megafábrica. La pregunta clave para Musk es de dónde saca más litio y la respuesta está en América del Sur, en el triángulo Argentina, Bolivia y Chile, que concentra el 54% de las reservas mundiales de este mineral”.
Más allá de los elogios mutuos y la armonía ideológica entre Milei y Musk, existen intereses reales de ambos. Alfredo Moreno, ingeniero de ARSAT, empresa estatal de telecomunicaciones, dijo a elDiario.es que el magnate Musk está interesado en liderar el mercado de autos eléctricos y el presidente argentino busca demostrar que una empresa extranjera puede instalar una fábrica de autos en el país. “En un documento interno de Tesla se empezó a discutir el traslado de la planta de México a Argentina. En nuestro país hay muy buenos ingenieros, físicos electrónicos, informáticos, o sea, las condiciones están dadas y el coste salarial sería menor. Musk se preocupa por montar un laboratorio de producción de baterías de litio. El Gobierno de Milei necesitaría mostrar como un logro que una empresa instale su producción de automóviles: hace décadas se instalaron en la Argentina Renault, Chevrolet, Ford”.
Moreno destacó un aspecto geopolítico. “China es un gran competidor con los autos eléctricos y en la región penetró en Perú y Bolivia. No sería extraño que instalaran una fábrica en São Paulo, Brasil”.
Musk ha entrado en un fuerte cortocircuito con Brasil. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo esta semana que “los millonarios extranjeros tendrán que aprender a vivir aquí y adaptarse a las reglas”. Sin nombrarlo, Lula aludía a Musk en respuesta a las amenazas del magnate de reactivar las cuentas bloqueadas por el Departamento de Justicia por su contenido de odio y golpe de Estado. El juez Alexandre de Moraes, ministro del Supremo Tribunal Federal, incluyó el pasado domingo a Musk en una investigación sobre las “milicias digitales”.
“Este juez debería renunciar o ser sometido a una el proceso de destitución, propuso el propietario de X (ex Twitter), Starlink y Space. Y volvió con su libertad de discurso: “Soy un absolutista de la libertad de expresión”.
“Con Musk, X se ha salido de control”
Cuando Musk adquirió Twitter hace un año, cambió su nombre a X y levantó la prohibición del expresidente Donald Trump de publicar en la red. Zuazo, autor de “Los dueños de Internet”, afirmó que desde que Musk compró Twitter, la red social flexibilizó la moderación de contenidos de odio. “El gran trabajo de las redes sociales fue moderar los contenidos respetando los estándares de libertad de expresión y derechos humanos. Bajo Musk, X se ha salido de control. El odio se puede monetizar: hay cuentas pagas, que por unos centavos y para darse a conocer mejor explotan contenidos extremadamente violentos. “Este es un nuevo problema”.
Durante décadas fueron las mismas empresas las que se autoregularon, creando sus propias leyes para los conflictos de regulación de contenidos que surgían cada día. Eso cambió con el escándalo de Cambridge Analytica en 2016: la consultora fundada en Estados Unidos y con una empresa matriz en Londres utilizó indebidamente datos personales de millones de usuarios de Facebook para dirigirse a personas específicas y enviar su mensaje a votantes indecisos a favor de Trump. Anteriormente, Cambridge Analytica había utilizado la misma estrategia en la campaña por la victoria del Brexit. Eso llevó a la Unión Europea a avanzar en la aplicación de la Ley de Servicios Digitales, que coloca a las plataformas digitales en un nuevo marco de transparencia.
Starlink en Argentina
Todo lo que las empresas de Internet satelital como Starlink necesitaban (obtener la licencia y poder fijar el precio de mercado), ya lo tienen con el actual Gobierno argentino. El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que establece el programa económico neoliberal, destaca la desregulación de los servicios de Internet. Y Milei hizo una referencia explícita a la empresa de satélites de baja altitud de Musk. En febrero, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) autorizó a Starlink, Amazon y OneWeb a operar en Argentina.
Moreno, ingeniero de ARSAT, señaló el impacto negativo de la liberalización del mercado en la empresa pública de telecomunicaciones. “La desregulación significa que pueden entrar satélites de Starlink y otras empresas privadas. Pueden atacar a ARSAT en la medida en que haya estado funcionando durante menos de 10 años. ARSAT fue fundado en 2006, en el gobierno de Néstor Kirchner, el primer satélite fue orbitado en 2014 y el segundo en 2015. Un nuevo satélite, el SG-1, está prácticamente terminado y debería orbitar en agosto de este año.
Sin embargo, esta senda de desarrollo del sector satelital argentino podría verse obstaculizada. El Gobierno de Milei tiene previsto un proceso de privatización de ARSAT, incluido en el DNU que aún está vigente.
Luego de abandonar Texas y con la promesa de reencontrarse en Argentina con el magnate Musk, la delegación argentina hará escala en París para viajar a Dinamarca. En Copenhague, Milei buscará reunirse con la primera ministra Mette Frederiksen y celebrará la compra de 24 aviones de origen norteamericano, que Dinamarca no había podido vender a Ucrania.
