Después de seis días de deliberaciones del jurado y tres semanas de juicio, se llegó a un veredicto en el raro juicio por asesinato de dos acusados en el que los coacusados se enfrentaban a la pena de muerte.
Ysrael Granda y Jonathan Rico enfrentaban cargos de asesinato por el tiroteo fatal de 2012 que le quitó la vida a José Soto, de 42 años, en Miami Lakes.
La policía cree que mientras estaba en prisión, Granda ordenó a su amigo Rico que matara a Soto.
El jueves, después de más de una década desde el tiroteo, los jurados declararon a Granda culpable de conspiración para cometer asesinato en primer grado, asesinato en primer grado, manipulación, solicitud de asesinato y robo.
Sin embargo, después de varias semanas de ser coacusados, un veredicto dividió a los dos hombres.
Después de más de una década, el lunes comenzó un juicio para dos amigos que enfrentan cargos de asesinato por supuestamente planear y ejecutar el asesinato de un hombre en Miami Lakes. Christian Colón de NBC6 informa
El caso de Granda ahora entra en una fase de pena que se espera comience en las próximas semanas, donde sólo se necesitarán ocho jurados para recomendar la pena de muerte.
Por otro lado, los jurados perdonaron la vida a Rico. El hombre que la policía creía que le disparó a Soto en la espalda y en el cuello, fue acusado de ser el tirador. Los jurados sólo encontraron a Rico culpable de conspiración.
Rico evitó la fase de sanción y será sentenciado en las próximas semanas, afrontando hasta 30 años de prisión.
Durante varias semanas, la pareja escuchó horas de testimonios, incluidos investigadores y familiares.
Para Granda, el juicio se volvió muy personal cuando su hermano Wilber Granda testificó en su contra. Wilber dijo que jura que su hermano ordenó el asesinato desde la cárcel porque estaba celoso de que la víctima estuviera saliendo con su ex.
Wilber Granda se declaró culpable en julio pasado por su participación. Evitó la pena de prisión con un máximo de hasta cadena perpetua y, en cambio, fue sentenciado a 10 años de libertad condicional.
La exnovia de Granda, Lisania Quintero, también se declaró culpable de su participación en el asesinato de Soto, el hombre con el que también estaba saliendo. Quintero fue sentenciado a 13 años y testificó ante el jurado al principio del juicio.