Esta tarde, el Arzobispado de Santiago se refirió al hallazgo de un cadáver dentro de una maleta en la comuna de Ñuñoa, caso que involucra a dos mujeres, una madre y una hija.
El caso se desencadenó luego de que los restos fueran encontrados en la vía pública el pasado lunes. Posteriormente se determinó que los restos Correspondían a una mujer de 60 años, y que su fecha de fallecimiento fue hace más de seis meses.
Según las primeras informaciones, una mujer de 80 años, presuntamente monja y que reside en una vivienda ubicada en la calle Los Jardines, dejó en el exterior de su domicilio la maleta con restos humanos, la cual fue encontrada por un reciclador de basura, quien se llevó a Los Talaveras, donde se dio cuenta de su contenido.
La mujer prestó declaración este martes junto a su hija, quien es religiosa. Allí, la mujer mayor afirmó que sus restos correspondían a una monja que falleció en abril de 2023 a consecuencia de un cáncer no tratado, a los 58 años de edad, fallecimiento ocurrido en la calle Suárez Mujica. En ese lugar, su cuerpo habría sido guardado dentro de una bodega. La ahora imputada dijo que había hecho un acuerdo con su fallecido, en el que se habían comprometido a no informar si alguno de los dos fallecía.
Según el Arzobispado, que habló en un comunicado, Sólo la más joven de las mujeres interrogadas sobre el caso es religiosa, y afirma que regresó al país hace un tiempo para cuidar a su madre, quien según la investigación, tendría demencia senil.
“La anciana que vive en su casa particular de Ñuñoa no es religiosa, ni pertenece a un instituto de vida consagrada de la Iglesia Católica. Su hija es religiosa y vino hace poco de Italia para cuidarla”, afirmó la Arquidiócesis.
Además, afirman que No tienen constancia de que la mujer fallecida “era religiosa o consagrada de esta Arquidiócesis”.
“Confiamos en que el Ministerio Público y el sistema de justicia logren esclarecer los hechos lo antes posible”, afirma la organización católica.
