El presidente chino Xi Jinping se reunió con el ex presidente taiwanés Ma Ying-jeou y dijo que la influencia externa no puede detener la reunión “familiar” entre Beijing y Taipei.
Xi enfatizó el diálogo entre las dos partes durante la reunión con Ma el miércoles y dijo que todos los temas pueden discutirse, informó la agencia de noticias Reuters.
“La interferencia externa no puede detener la tendencia histórica de reunificación del país y la familia”, dijo Xi, en comentarios recogidos por los medios taiwaneses.
Beijing considera la isla autónoma como una provincia que debe reunirse con China continental y no ha descartado utilizar la fuerza para hacer valer sus reclamos sobre Taiwán.
Taiwán cortó el contacto con China continental y estableció su propio gobierno en 1949 después de que las fuerzas nacionalistas que perdieron la Guerra Civil China ante los comunistas de Mao Zedong huyeran allí.
Conocida oficialmente como la República de China, Taiwán rápidamente se convirtió en una potencia económica y un aliado de Estados Unidos en los años siguientes. Actualmente es uno de los mayores productores de semiconductores, un componente clave de los dispositivos electrónicos en todo el mundo.
Ningún presidente taiwanés en funciones ha visitado jamás China. Ma se encuentra ahora en su segundo viaje a China después de convertirse en el primer ex presidente taiwanés en visitar el país el año pasado.
La visita se produce en medio de crecientes tensiones a lo largo del Estrecho de Taiwán. El miércoles, Xi dijo que ambos lados del estrecho son chinos.
“No hay rencor que no pueda resolverse, ningún problema que no pueda discutirse y ninguna fuerza que pueda separarnos”, dijo el presidente chino, citado por Reuters.
Xi había dicho anteriormente que la unificación de China y Taiwán es “inevitable”.
Pero los países occidentales han advertido a China que no considere una invasión de Taiwán, y el presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho que Washington defendería militarmente la isla si es atacada.
China ha realizado ejercicios militares cerca de Taiwán en los últimos años, incluso en 2022 en respuesta a una visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla.
Ma dijo a Xi el miércoles que las tensiones han causado malestar a muchos taiwaneses.
“Si hay una guerra entre los dos bandos, será insoportable para el pueblo chino”, dijo Ma, utilizando un término que se refiere a las personas étnicamente chinas en ambos países.
“Los chinos en ambos lados del estrecho tienen suficiente sabiduría para manejar todas las disputas pacíficamente y evitar entrar en conflicto”.
En respuesta a las conversaciones, el Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán, encargado de formular políticas para China, dijo que lamentaba profundamente que Ma no transmitiera públicamente la insistencia del pueblo taiwanés en defender la soberanía y el sistema democrático de la República de China.
Añadió que Beijing debería dejar de intimidar a Taipei y resolver las diferencias con Taiwán mediante un diálogo respetuoso.
Ma, quien fue presidente de Taiwán de 2008 a 2016, sigue siendo un alto miembro del principal partido de oposición de Taiwán, el Kuomintang (KMT).
En enero, el vicepresidente Lai Ching-te, visto por Beijing como un “separatista peligroso”, ganó las elecciones en Taiwán. Sucederá a la actual presidenta Tsai Ing-wen en mayo.
Biden y Xi mantuvieron una llamada telefónica a principios de este mes por primera vez desde noviembre.
“Esta llamada será una oportunidad para que el presidente reafirme la política estadounidense de ‘Una China’ y reitere la importancia de la paz y la estabilidad a través del Estrecho de Taiwán, especialmente teniendo en cuenta la próxima toma de posesión presidencial en mayo en Taiwán”, dijo un funcionario estadounidense a los periodistas en el condición de anonimato la semana pasada.
Washington aplica una política de “Una China” que no reconoce a Taiwán como país oficial a pesar de tener estrechos vínculos con su gobierno.
