El fiscal general, Tarek William Saab, dijo a los periodistas que el arresto de El Aissami tomó tiempo debido a los diversos pasos de la investigación. El fiscal superior vinculó al exministro con el presunto esquema que involucraba la venta de petróleo venezolano a través de la agencia de supervisión de criptomonedas del país en paralelo a la estatal Petróleos de Venezuela SA.
Saab dijo el año pasado que el organismo de control supuestamente firmó contratos para la carga de crudo en barcos “sin ningún tipo de control administrativo ni garantías”, violando normas legales. Dijo que una vez comercializado el petróleo “no se hicieron los pagos correspondientes” a la petrolera estatal.
Al anunciar su renuncia, vista como impactante ya que fue retratado como un miembro leal del partido gobernante y considerado una figura clave en los esfuerzos del gobierno para evadir el castigo de las sanciones económicas internacionales, El Aissami dijo que quería “apoyar plenamente” las investigaciones.
Estados Unidos designó a El Aissami capo del narcotráfico en 2017 en relación con actividades en sus cargos anteriores como ministro del Interior y gobernador.
La corrupción ha sido rampante durante mucho tiempo en Venezuela, que tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo. Pero los funcionarios rara vez rinden cuentas, lo que irrita mucho a los ciudadanos.
La Prensa Asociada
