La final de la Supercopa de Turquía se preparaba para un auténtico derbi entre los equipos más importantes del país, siendo Fenerbahçe y Galatasaray los que iban a por el título, pero el partido acabó siendo un escándalo a nivel mundial porque apenas se jugó un minuto.
Como símbolo de protesta contra la Federación Turca por poner un partido de este tipo a pocos días de disputar los cuartos de final de la Conference League, el Fenerbahçe decidió poner un equipo Sub-19 y presentar sólo 4 suplentes, prácticamente regalando el partido.
En días anteriores ya se había sabido que el Fenerbahçe no iba a utilizar a sus estrellas en este partido y que se iba a retirar, pero no se sabía cuándo iba a ocurrir.
Una vez iniciado el partido, el Galatasaray se mostró contundente en ataque, ya que el delantero argentino Mauro Icardi rápidamente marcó un gol y cuando ambos equipos estaban listos para sacar desde el medio campo, el técnico del Fenerbahçe pidió a sus juveniles que abandonaran el campo.
El Galatasaray se sorprendió y se mantuvo en posición, pero mientras los jugadores caminaban hacia el vestuario, Mauro Icardi los aplaudió por sentar un buen precedente en Turquía.
El árbitro acabó decretando un 3-0 a favor del Galatasaray por abandono del rival y acabó siendo campeón de la Supercopa de una forma insólita.