Investigaciones recientes revelan información clave – .

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El tálamo mediodorsal es la parte ligada a la paranoia, según una investigación de la Universidad de Yale

La investigación podría ayudar a tratar este trastorno

Una investigación de la Universidad de Yale (Estados Unidos) podría haber identificado la región del cerebro implicada en la paranoia. Se trataría de tálamo mediodorsal. Para averiguarlo, han recopilado estudios en monos y humanos, comparando los resultados de monos que tienen esta región dañada con los de humanos y realizando un análisis computacional entre ellos. Según la investigación, Los cerebros con esta región dañada experimentan pensamientos más volátiles sobre su entornoalgo directamente relacionado con la paranoia.

Un tálamo mediodorsal dañado provoca una mala adaptación al medio ambiente

La capacidad de ajustar nuestras creencias sobre nuestras acciones y consecuencias. Es una característica positiva porque demuestra una cognición avanzada. Sin embargo, Las alteraciones en esta capacidad pueden causar paranoia.no poder interpretar correctamente nuestro entorno, pensando que estamos siendo perseguidos o que otros quieren hacernos daño.

Precisamente el estudio realizado en Yale se basa en Cómo perciben su entorno tanto los humanos como los monos, específicamente cómo creen que recibirán recompensas al elegir una opción. Estos estudios no son actuales, sino pasados, pero todos consisten en la misma tarea: ofrecen tanto a humanos como a monos la posibilidad de elegir entre opciones con diferentes posibilidades de recompensa. A ellos se les sumó el análisis computacional, que permite relacionar los comportamientos entre animales y humanos, pudiendo “igualarlos”.

Estudiar el cerebro nos permite descubrir por qué nos comportamos de determinada manera

Los participantes reciben tres opciones en una pantalla que están asociados con diferentes posibilidades de recibir una recompensa. Si seleccionaran la opción con mayor posibilidad, necesitarían hacer clic menos veces en la pantalla para recibirla. Proporcionalmente, si eligieran la opción con menos posibilidades, necesitarían más clics para recibirla. Sin embargo, había una tercera opción situada en un punto intermedio: los participantes no sabían qué posibilidades ofrecía, por lo que para descubrirla simplemente tuvieron que hacer prueba y error.

Primero Los científicos dejaron participar a los sujetos.. No había nada extraño, sólo lógica: si elegían la opción con mayor probabilidad de recompensa, tendrían más opciones de obtenerla; mientras que si eligieran el que menos posibilidades tendría, tendrían menos opciones de recibirlo.

Sin embargo, De repente y sin previo aviso se cambiaron las opciones.. Ahora la opción que más posibilidades ofrecía era la que menos tenía, mientras que la que menos opciones tenía era la que más tenía. De este modo, los participantes tuvieron que adaptarse al cambio de entorno para seguir recibiendo recompensas.

Comparar el comportamiento de los participantes antes y después del cambio sería clave para identificar su capacidad de adaptación. En el caso de los monos, algunos sufrieron pequeñas pero muy específicas lesiones en la corteza orbitofrontal, que se asocia con la toma de decisiones relacionadas con la recompensa, o en el tálamo mediodorsal, que envía información ambiental a los centros de control de la toma de decisiones. de las decisiones cerebrales. Mientras tanto, algunos participantes humanos habían expresado un alto grado de paranoia, mientras que otros no.

Se descubrió que lesiones afectadas negativamente el comportamiento de los monos, pero diferente dependiendo de la región:

  • Los que tuvieron Lesiones en la corteza orbitofrontal. Solían mantener las mismas opciones, aunque no recibían ninguna recompensa.
  • Los que tuvieron lesiones en el tálamo mediodorsal Tenían un comportamiento errático, lo que les impedía adaptarse correctamente. Estos últimos percibían su entorno como excesivamente volátil. Algo similar a lo que les ocurrió a los participantes humanos que tenían un alto grado de paranoia. Así se llegó a la conclusión de que tálamo mediodorsal vinculado a la paranoia.

El estudio podría abre la puerta a tratamientos médicos contra la paranoia. Fue dirigida por los coguionistas Praveen Suthaharan y Summer Thompson; Steve Chang y Philip Corlett participaron y colaboró ​​Jane Taylor. Se puede leer en su totalidad en Cell Reports.

El cerebro es un órgano extremadamente complejo que no deja de ser estudiadoAl fin y al cabo, es el único elemento que se ha nombrado a sí mismo en la historia. Aparte de esta investigación, otros estudios recientes han revelado información importante sobre él, como qué hacer para mantenerlo con vida fuera del cuerpo. Además, ya trabaja en la tecnología que permite que nuestro cerebro sea eterno.

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