China sigue como un cohete para lograr la independencia de Occidente en casi todos los ámbitos que tienen que ver con la seguridad, la autosuficiencia alimentaria o la tecnología. En este último punto, los chips están marcando la agenda de Xi Jinping, y desde 2014 el gobierno inyecta cada vez más dinero, cientos de miles de millones en 10 años, y aun así no todo fluye como debería. Ahora sabemos que una importante empresa china de semiconductores está en quiebra y con ello, son más de 30.000 en tan sólo 3 años. ¿Cuántos más quedarán en el camino?
No es ser un lecho de rosas como muchas veces parece. A veces se pierde dinero del gobierno, la corrupción amenaza cada vez más a China y los proyectos, aunque a veces se levantan después de caer varias veces, no llegan a buen término y el dinero se pierde. Hoy tenemos más ejemplos de cómo “no todo es orégano” y la dificultad de prosperar, incluso con dinero ajeno, en esta industria.
Una importante empresa china de semiconductores va a la quiebra tras varias inversiones para reactivarla
El ejemplo que nos llega de la propia China trata sobre
Semiconductores de Shanghai Wushenglo cual sin ser una empresa con la que normalmente tratamos aquí, sobre todo porque
Controladores de pantalla OLED y otros microcontroladores y sensores de imagen para empresas líderes, lo que no suele ser un objetivo común, pero sí relevante para la cadena de suministro.
Estamos hablando de una empresa que empezó sólo 3 años, tras la pandemia, en una situación complicada y que se ha apoderado de gran parte del mercado en un ascenso meteórico hacia el estrellato. Pero todo lo que sube como un avión de combate suele caer como una piedra.
Shanghai Wusheng Semiconductors se inició con un capital de
2.480 millones de dólaresEra una locura abrir una empresa, pero las expectativas eran altas. Esto fue posible porque la nueva empresa se basó en dos empresas ya creadas y supuestamente sostenibles: Grupo de tecnología electrónica Wu Sheng y Tecnología de semiconductores Nanjing Wusheng.
Dinero, dinero y más dinero desperdiciado para llegar al mismo punto
Ambas empresas en su momento, cuando eran independientes y no se unieron para crear más tarde Shanghai Wusheng Semiconductors, recibieron inversiones muy cuantiosas, en el rango de
3 mil millones para Nanjing o 2,48 mil millones para Shanghai Wusheng.
Unirse fue solo la excusa para seguir impulsando un proyecto que quemaba dinero a un ritmo endiablado, hasta que las dos filiales originales quebraron a finales de 2023 y la matriz unificada entre ambas ha supuesto un revés para China, porque Debían fabricar 40.000 obleas de 300 mm al mesuna cifra que resulta bastante vertiginosa.
Como dijimos anteriormente, las expectativas fueron superiores a la realidad, el dinero desapareció en inversiones, equipos, ingenieros y la solvencia y la estabilidad presupuestaria nunca se lograron. Se trataba simplemente de una máquina de gastar, pero evidentemente no es el único caso. De las 50.000 empresas que querían solicitar subvenciones estatales para crear empresas de semiconductores en 2020 tras la pandemia, apenas quedan 20.000, y van cayendo.
Tan es así que En 2023 solo 23 empresas querían salir a bolsa, pero finalmente viendo la situación en los semiconductores decidieron que no era el momento. El país avanza porque hace todo como sólo él sabe: en un volumen increíble. Más de 20.000 empresas activas en el sector de los semiconductores es una barbaridad, e incluso si el 15% de ellas terminaran en pie, sería suficiente para que fueran realmente competitivas a nivel internacional, la principal preocupación de Xi Jinping.
