Las apuestas por la Inteligencia Artificial (IA) siguen llegando, aunque su éxito no está asegurado. La empresa de tecnología estadounidense Advanced Micro Devices (AMD) presentó sus últimos procesadores de IA durante la feria de tecnología Computex en Taipei.
Lisa Su, directora ejecutiva de AMD, presentó el acelerador MI325X, que estará disponible en el cuarto trimestre de 2024, y detalló los planes de la compañía para desarrollar chips de IA durante los próximos dos años.
“La IA es nuestra prioridad número uno y estamos en el comienzo de una época increíblemente emocionante para la industria, ya que la IA transforma prácticamente todos los negocios, mejora nuestra calidad de vida y remodela cada parte del mercado informático”, dijo durante su discurso. apertura.
Sin embargo, esta transformación de la que habla el director ejecutivo puede estar en entredicho. Como informa The Wall Street Journal, el ritmo de mejora de la IA se está desacelerando y parece haber menos aplicaciones prácticas de las que se imaginaban originalmente, incluso para los modelos más avanzados.
Sumado a esto, la competencia está aumentando. Antes del anuncio de AMD, Nvidia anunció que su plataforma de chip Rubin AI de próxima generación se lanzará en 2026, dijo el domingo el director ejecutivo Jensen Huang durante el mismo evento.
La familia de chips Rubin incluirá nuevos gráficos (GPU), procesadores centrales (CPU) y chips de red. La nueva CPU se llamará Versa y los nuevos chips gráficos, diseñados para impulsar aplicaciones de IA, incorporarán memoria de gran ancho de banda de próxima generación, producida por empresas como SK Hynix (000660.KS), Micron (MU.O) y Samsung (005930.KS).
Huang también informó que Nvidia ahora planea lanzar una nueva familia de chips de IA cada año, acelerando su ciclo de lanzamiento anterior de aproximadamente cada dos años.
Esto no es una sorpresa. Nvidia, que domina aproximadamente el 80% del mercado de chips de IA, se posiciona así como el principal facilitador y beneficiario del creciente desarrollo en el campo de la inteligencia artificial.
Pero este contexto plantea interrogantes sobre si la IA podría convertirse en una mera mercancía, su potencial para generar ingresos y especialmente ganancias, y si realmente está naciendo una nueva economía. El gasto en IA podría estar excediéndose, como señala el periódico estadounidense.
Además, el reciente informe de Goldman Sachs “La transición a la IA un año después: en camino, pero el impacto macro aún faltan varios años”, señala que las tasas actuales de adopción de la IA generativa son relativamente bajas, con menos del 5% de las empresas que utilizan estas tecnologías. Los obstáculos para una adopción más amplia incluyen la falta de conocimiento, las preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad y la tecnología inmadura.
El gran aumento de la inversión relacionada con la IA y las ganancias de productividad entre los primeros usuarios refuerzan la confianza en que la IA generativa eventualmente impulsará el crecimiento económico. Sin embargo, las tasas de adopción siguen siendo limitadas un año y medio después de que la IA generativa se convirtiera en un tema importante en el mercado.
Esta idea respalda que cualquier aumento en la productividad no excederá los 0,1 puntos porcentuales hasta 2027 en Estados Unidos y hasta 2028 en otros mercados desarrollados, con la mayor parte del impacto en el PIB global después de 2030.
A esta prolongación se suma la costosa ejecución de modelos de IA y un gasto en chips que supera los ingresos, generando incertidumbre sobre su rentabilidad a largo plazo. Según los informes de resultados más recientes, empresas como Google, Microsoft y otras han visto un aumento en los ingresos procedentes de los servicios en la nube, atribuido en parte al impulso generado por estas plataformas para el desarrollo de la IA en otras empresas.
Sin embargo, la sostenibilidad de estos ingresos depende de que otras empresas y nuevas empresas logren extraer suficiente valor de la IA para justificar inversiones continuas en capacitación y ejecución de estos sistemas.
Además, a pesar de las grandes expectativas, la adopción de la IA en el lugar de trabajo ha sido más lenta de lo previsto. Aunque muchos trabajadores utilizan la IA en diversas capacidades, sólo un pequeño subconjunto depende de ella y está dispuesto a pagar por sus servicios, como señala The Wall Street Journal.
Aun así, la competencia en IA está aumentando y los gigantes tecnológicos no se quedan fuera. Alphabet, matriz de Google, Nvidia, Meta y Microsoft, están invirtiendo en IA, mientras que también aumentan los rumores sobre una nueva actualización de IA por parte de Apple.
