En esta “burbuja” hay más que materia oscura, también contiene estrellas que permiten estimar su tamaño
16 de abril de 2024, 17:30
Actualizado el 16 de abril de 2024 a las 22:48
El disco que forma la Vía Láctea tiene un diámetro de unos 100.000 años luz. Sin embargo, no podemos decir simplemente que este es el tamaño de nuestra galaxia. Hay un elemento que lo hace (notablemente) más voluminoso. Se trata del “halo”. Un elemento todavía hoy casi desconocido.
Más que una nube difusa. Al contrario de lo que parece indicar su nombre, este halo contiene algo más que gas o polvo. Se pueden encontrar estrellas en estas afueras galácticas. Y de hecho los astrónomos lo hacen de vez en cuando.
El año pasado, por ejemplo, un equipo de investigadores de la Universidad de California en Santa Cruz encontró nada menos que 200 estrellas en esta región. Se trataba de estrellas variables RR Lyrae.
Algunos de ellos se encontraban a alrededor de un millón de años luz de nuestro sistema solar. Esto es casi la mitad de la distancia a Andrómeda, la galaxia más cercana a la nuestra (excluyendo las galaxias satélite). De hecho, si tenemos en cuenta sus respectivos halos, se puede decir que nuestra galaxia prácticamente “roza” a su vecina.
El halo galáctico. El halo de nuestra galaxia tiene una densidad de estrellas notablemente baja. Tan pequeña que su masa estelar es insignificante comparada con la masa del disco espiral en el que nos encontramos, a pesar de que su volumen es notablemente mayor.
Sin embargo, la masa estelar es sólo una parte de la historia. Según el análisis de este halo galáctico, si tenemos en cuenta la materia oscura, la masa total del halo pasa a ser mayor que la masa total del interior galáctico.
Iluminando la oscuridad. El descubrimiento de las variables de RR Lyrae representó un avance en lo que sabemos sobre esta estructura galáctica. Como señaló el equipo responsable del descubrimiento, hasta su descubrimiento se estimaba que el halo debía extenderse a lo largo de aproximadamente un millón de años luz (300 kiloparsecs).
La naturaleza “pulsante” de las RR Lyrae permitió al equipo utilizarlas como “velas estándar”, es decir, como referencia para la distancia. Las 200 estrellas encontradas por el equipo se encontraban a distancias de entre 20 y 300 kiloparsecs de nuestro sistema solar, es decir, a más de un millón de años luz de nuestra posición en el disco central de la Vía Láctea.
Los detalles y resultados preliminares del estudio se presentaron en 2023 en la conferencia del Sociedad Astronómica Americana y más recientemente, en forma de preimpresióna través de la plataforma ArXiv.
Las estructuras ocultas. El halo galáctico es una de varias estructuras de nuestra galaxia que han permanecido ocultas o semiocultas a lo largo de décadas de observación. Un ejemplo son las “burbujas de rayos gamma” descubiertas que se extienden a lo largo del eje norte-sur de nuestra galaxia. Otro ejemplo más reciente es el de las estrellas que quedan de colisiones con galaxias que ya han desaparecido tras haberse unido a la nuestra.
El halo en sí no deja de sorprendernos. Otro estudio reciente, por ejemplo, señaló que, contrariamente a lo que creíamos hasta entonces, esta estructura no parecía tener forma esférica sino oblonga. Las estrellas del halo han servido incluso a los astrónomos como arqueólogos en el estudio de la historia de nuestra galaxia.
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Imagen | NASA, ESA y A. Feild (STScI)
