Diagnóstico adecuado, clave para reducir la resistencia bacteriana a los antibióticos

Diagnóstico adecuado, clave para reducir la resistencia bacteriana a los antibióticos
Diagnóstico adecuado, clave para reducir la resistencia bacteriana a los antibióticos

Concha Tejerina

Valencia, 16 jun (EFE).- El mal uso y abuso de antibióticos es una de las posibles causas de que las bacterias se adapten y se vuelvan “más resistentes y virulentas”, una “pandemia silenciosa” que debe abordarse con un buen diagnóstico al paciente para determinar si es necesario o no administrar ese medicamento, y promover la investigación para obtener nuevos medicamentos antibacterianos.

“Puede ser un problema muy grave pero hoy no lo es. Todavía hay muchas cosas que no entendemos y es difícil de gestionar”, dijo en una entrevista con Efe José Rafael Penadés, catedrático de Microbiología del Imperial College de Londres y catedrático. investigador de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Valencia, que acaba de ser nombrado miembro o ‘Fellow’ de la Royal Society británica.

Uno de sus logros es el descubrimiento de una nueva vía de transferencia de información genética entre bacterias, la “transducción lateral”, que ayuda a comprender cómo las bacterias más peligrosas por su resistencia a los antibióticos se adaptan y evolucionan rápidamente, volviéndose más virulentas. y van a huéspedes que antes no podían infectar o se adaptan a lugares donde antes no podían vivir.

“Lo más llamativo es la parte en la que estos mecanismos pueden provocar que bacterias que no eran resistentes a los antibióticos lo hagan y se vuelvan patógenas rápidamente”, señala Penadés, que inició su carrera académica y científica en Valencia, en 2013 se incorporó al Instituto de Infección, Inmunidad e Inflamación de la Universidad de Glasgow, y desde 2020 dirige el Centro de Biología de la Resistencia Bacteriana del Imperial College de Londres.

Penadés, que es veterinario de formación aunque la investigación básica que realiza se aplica tanto a humanos como a animales, centra su interés en el ‘Staphylococcus aureus’, una bacteria que vive en la nariz sin provocar ningún tipo de enfermedad pero que puede convertirse en una de las “principales causas de muerte” en los hospitales porque es uno de los principales agentes implicados en las infecciones nosocomiales.

Señala que esta bacteria, con tres millones de bases genéticas, tiene la “capacidad” de infectar a muchos huéspedes diferentes, tanto humanos como perros, ovejas, cabras, caballos, gallinas, conejos o delfines.

“Queremos entender qué mecanismos hacen que algo tan aparentemente insignificante tenga la capacidad de haber evolucionado para infectar a tantos huéspedes diferentes”, afirma.

Según él, “pequeños cambios en las bacterias producen consecuencias importantes y hacen que tengan capacidad de producir algún tipo de enfermedad”, y pone como ejemplo que aunque la mayoría de las bacterias que tenemos en el intestino son benignas y sólo unas pocas son patógenos, el consumo de antibióticos mata a los buenos y hace que los resistentes se expandan.

“Los antibióticos no han creado resistencias, ha habido bacterias durante la evolución que utilizan estos fármacos para eliminar a sus competidores. Es un mecanismo muy antiguo, pero al seleccionar constantemente estas bacterias resistentes estamos creando un problema”, explica.

El número de muertes asociadas a bacterias resistentes a los medicamentos ha crecido y se espera que siga aumentando, advierte Penadés, quien indica que hay países preocupados porque en algunos pacientes los procedimientos quirúrgicos podrían verse comprometidos ante la posibilidad de una infección en el hospital. . , “cuando debería ser el lugar más seguro”.

Aunque por el momento existen tratamientos para la mayoría de las bacterias, advierte que se debe reducir el uso de antibióticos para evitar este aumento de resistencias, así como promover más investigaciones para obtener nuevos medicamentos que puedan hacer frente a esta “pandemia silenciosa”.

En este último aspecto, señala que las farmacéuticas han decidido, y “están en su derecho”, que el desarrollo de nuevos antibióticos no es tan rentable como el de fármacos contra la diabetes u otras enfermedades crónicas de larga duración, ya que su comercialización supondría sería limitado y la resistencia aparecería poco después. “Últimamente no hay muchos antibióticos nuevos”, lamenta.

Considera que el tercer mundo podría ser el origen de muchas bacterias multirresistentes debido a la “masificación” en la que viven y al “uso indiscriminado y descontrolado” de antibióticos, un problema que distintas organizaciones intentan paliar con diagnósticos y soluciones rápidos y sencillos. controlar la administración de dichos medicamentos.

“Hay muchas cosas que no sabemos pero debemos estar preparados para intentar minimizar la parte negativa de lo que pueda pasar, tener mejores tratamientos, mejores diagnósticos para administrar antibióticos a quienes realmente los necesitan y poder afrontar lo que pueda venir. en mejores condiciones. “, afirma.

Cuestionado sobre si esta resistencia de las bacterias a los antibióticos podría dar lugar a una zoonosis, un contagio de animal a humano, afirma que las pandemias “van en ambas direcciones” y tanto humanos como animales pueden ser el origen de una infección viral o bacteriana. .

“Todos estos procesos de salto de especies o zoonosis están asociados a procesos de hacinamiento, en granjas donde hay muchos animales o en ciudades donde vive mucha gente”, indica para aclarar que el sistema inmunológico elimina la mayoría de estas bacterias o virus. EFE

ct/cbr/ros

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV CDMX será sede del primer aniversario de Anime Band, una noche de fiesta otaku
NEXT La sensación de vivir la carencia ante la “perfección” de las redes