Ni el arte latino ni americano, latinx (o latino) pide paso

Cada vez más coleccionistas, curadores y galeristas empiezan a encontrar en el arte latino o latinx una oportunidad para acercarse a nuevas perspectivas creativas y sugerentes sobre el arte contemporáneo actual. Los artistas de este grupo están ganando cada vez más protagonismo en Estados Unidos y, por tanto, en el resto del mundo. Un ejemplo de ello es la selección de obras para la 60 edición de la Bienal de Venecia, considerada la mayor bienal de arte del mundo, que se inauguró el pasado mes de abril y podrá verse hasta noviembre. El brasileño Adriano Pedrosa, el primer latinoamericano en comisariarlo, lo describe como una propuesta muy política donde “inmigrantes, extranjeros, gente queer e indígena”, centrado en descolonizar la historia de la cultura (principalmente centrada en los hombres blancos) y empoderar a quienes han sido excluidos de ella.

A diferencia del arte latinoamericano, que también se refiere al arte producido en América Latina, el arte Latinx (género neutral como alternativa a “latino” o “latina”) comprende las obras de artistas de ascendencia latina que residen en los Estados Unidos. Al principio este grupo se llamaba “Latinx”, pero se está convirtiendo en “Latine”, que según encuestas es una palabra mejor recibida porque es más fácil de pronunciar.

La gente mira el arte textil de April Bey, nativa de las Bahamas, titulado ‘Todavía glorifican el trabajo y la resiliencia tóxica, pero ni siquiera pueden duplicar sus extremidades’ (2023) en Miami.Sean Drakes (Getty Images)

La tendencia a hacer una genealogía del arte más inclusiva ha comenzado a acelerarse en los últimos años. Se trata de una denuncia sostenida que exige más diversidad étnica y mayor pluralismo de género para crear un canon representativo. En cuanto a los artistas latinos, ya en 2021, el Foro de Arte Latinx de Estados Unidos (USLAF) lanzó su iniciativa más poderosa y de mayor tamaño: 15 subvenciones anuales de 50.000 dólares en apoyo financiero para artistas. Con ello se abordó el falso sistema de apoyo y marginación en la historia del arte estadounidense que han sufrido los latinos a pesar de representar casi el 20% de la población del país.

Visitantes observan la obra ‘Clouded Infinity’ (2019) de la artista colombiana María Berrío, en Miami, en 2021.Cindy Ord (Getty Images)

Pero apoyar financieramente a artistas invisibles no contribuye a que la escena artística nacional se vuelva inclusiva y plural. Era necesario ir a la raíz del problema y comenzar a corregir los defectos de un sistema defectuoso, invirtiendo en que los profesionales detrás de la programación de las plataformas artísticas más influyentes del país tuvieran una perspectiva heterogénea y verdaderamente inclusiva. En este sentido, en la edición 2022 de Art Basel en Miami más de la mitad de las galerías participantes fueron de origen latinoamericano. Y a principios de 2023, las fundaciones Mellon, Ford, Getty y Terra anunciaron una iniciativa innovadora en el mundo del arte Promoción del arte latino en los museos (ALAM). El proyecto comenzó con una primera subvención colectiva anual de $5 millones dividida en diez becas con el objetivo de crear empleos permanentes para curadores con experiencia en arte latino y para otros que están comenzando sus carreras profesionales.

“Necesitamos invertir más si queremos que el arte latino esté más representado en nuestros museos, con profesionales curatoriales que puedan dedicarse exclusivamente a construir y gestionar estas colecciones”, explicó la directora de la Fundación Getty, Joan Weinstein, en el comunicado. donde se anunciaron los ganadores. De las 48 instituciones culturales y organizaciones de artes visuales de Estados Unidos y Puerto Rico invitadas a participar, parte de las diez que recibieron ayudas financieras se dedican exclusivamente a la promoción del arte latinoamericano, como el Museo Nacional de Arte Mexicano de Chicago o el Museo del Barrio, en Nueva York. Pero entre los ganadores también se encuentran otros museos generalistas como el Museo de Arte Contemporáneo de San Diego o la Galería Nacional de Arte de Washington.

Además del famoso Museo del Barrio de Nueva York, que desde que abrió sus puertas en 1969 se ha convertido en el gran referente nacional, y el Museo de Arte Latinoamericano (MOLAA, por sus siglas en inglés) fundado en Los Ángeles en 1996, también hay galerías de arte fuera del circuito comercial que están ganando protagonismo comercializando el trabajo de artistas latinos. Un ejemplo de ello son los dos liderados por Charlie James y ubicados en el Chinatown de Los Ángeles (CJG2 y Charlie James Gallery), donde se puede contemplar el trabajo de artistas como Patrick Martinez, Lucía Hierro, Narsiso Martinez o Lee Quiñones.

La obra del mexicano Humberto Sosa en la exposición Art Basel de Miami, en 2021.Marta Lavandier (AP)

También se han organizado exposiciones colectivas como No hay un mundo post-huracán: el arte puertorriqueño tras el huracán Maríacurada por Marcela Guerrero para el Whitney Museum de Nueva York (2022); Formulario de pronóstico: Arte en la diáspora caribeña, 1990, hoy, de la curadora Carla Acevedo-Yates para el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago (2023); cualquiera Recuerdos elegidosla exposición comisariada por Inés Katzenstein para el MoMA, que recoge la narrativa poscolonial de 40 de los artistas más representativos de la región (2023).

Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer. En este sentido, la artista multidisciplinaria de origen cubano Yali Romagoza realizó una actuación en las puertas del MoMA Ps1, donde le hizo al museo una pregunta escrita en un cartel: “¿Cuántos artistas latinos han tenido una exposición individual en este museo?” Seguido de la respuesta “Cero”.

 
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