La doctora Clara Belén Arrúa, jefa de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas (Ufic) de la ciudad correntina de Monte Caseros, trabaja actualmente en la posibilidad de trasladar a Antonio Villalba -detenido desde el domingo en el Hospital Civil de Curuzú Cuatiá- al Monte Caseros. hospital.
En tanto, se conoció el informe preliminar de la autopsia de la niña de 9 años asesinada junto a su hermana de 22, que determinó que en el cuerpo de Aitana Fernández no existen signos de abuso sexual reciente.
Estos datos iniciales del informe médico legal brindado al doctor Arrúa y también al doctor Federico Gutiérrez, defensor oficial que asumió inicialmente la investigación por ausencia circunstancial del fiscal, no permiten, sin embargo, descartar alguna de las hipótesis sobre las que se resuelve la investigación.
Para arrojar más luz sobre los hechos será clave el informe final de los médicos forenses que realizaron el examen tanatológico en Paso de los Libres.
Y en el mismo sentido, es importante ver cómo evoluciona el presunto autor del doble femicidio, Antonio Villalba, quien según todos los estudios que se le realizaron y los profesionales que lo atendieron, se encuentra bien de salud pero No responde a los requerimientos ni de los médicos ni del fiscal.
Lo remitieron por deshidratación, pero se niega a ingerir alimentos.
A todo esto, según la declaración que rindió ante la unidad fiscal Miguel Ángel Zárate -pareja de la otra víctima, Marisel Isondú Fernández-, a Villalba le habían ordenado salir de la casa por algo que Marisel habría creído ver pero que él no se dio cuenta. fue grabado.
Con absoluta certeza, Marisel tampoco. Sucedió el domingo 2 de junio, cuando despertó de su siesta y luego de regresar al dormitorio le dijo a Zárate que le pareció ver a la niña con los pantalones bajados, mientras jugaba afuera con Villalba.
Ante esto, le pidió a Zárate que le dijera a Villalba que saliera de la casa.
Al parecer, la relación más estrecha de Villalba con los vecinos de esa casa de Parada Acuña fue con Marisel y no con Zárate, incluso desde que eran adolescentes.
Por eso primero aceptó tener que irse, pero luego le imploró al cabeza de familia que no tenía adónde ir sin trabajo u oportunidades de conseguirlo.
Incluso se ofreció a trabajar todo el día en una construcción que, no lejos de allí, realizaban Marisel y Miguel Ángel.
Marisel insistió en su postura e incluso le dijo a Zárate que haría regresar a la niña a la casa de su madre, conversación que los investigadores creen que Villalba pudo haber escuchado dado los pequeños espacios de la casa, y al día siguiente, cuando el jefe de la familia fue. para trabajar, terminaron desatando su furia homicida.
