‘Mi reno de peluche’ (Baby Reindeer) se ha convertido en uno de los grandes fenómenos del año. No tanto por el éxito y la calidad de la serie de Netflix, que por supuesto también, sino por el revuelo que se genera en torno a ella al tratarse de una historia real.
Para los que no estén muy actualizados, y sin dar excesivos spoilers, se trata básicamente de la historia de Richard Gadd -guionista y protagonista- y el acosador que le hizo la vida imposible durante cuatro años.
En ese tiempo, Gadd recibió un total de 41.071 correos electrónicos, 744 tuits, 106 páginas de cartas y 350 horas de mensajes de voz, además de visitas al pub donde trabajaba en Candem (Londres) y otros lugares a los que acudía. . En la serie, es una mujer mayor que él con la que se obsesiona, llamada Martha. En la vida real, Fiona Harvey.
Cuando la serie comenzó a tener éxito a nivel mundial, las redes sociales comenzaron a indagar hasta dar con la verdadera identidad de la mujer a pesar de que Gadd intentó no dar excesivos detalles.
Sin embargo, dada la importancia y después de que salieron a la luz aspectos de su vida tras la investigación del ‘detectives de internet’ella fue quien quiso romper su silencio para desmentir toda la historia contada por la escritora y guionista de la serie.
170 millones de dólares por difamación
No sólo se ha dedicado a destrozar la historia del acoso, sino que ha presentado una demanda contra Netflix por valor de 170 millones de dólares (unos 158 millones de euros) por difamación, provocación intencionada de angustia emocional, negligencia, negligencia grave y vulneración de su derecho. de publicidad.
En este sentido, y ante la enorme repercusión que ha adquirido la trama una vez ha traspasado la pantalla, especialmente en Reino Unido, el diario británico ‘The Guardian’ ha publicado este sábado un extenso reportaje que analiza un pequeño detalle que podría haber salvado a Netflix el posible problema judicial y son solo dos palabras.
Al inicio de cada episodio de ‘Mi reno de peluche’ se asegura que se trata de una historia real. Es decir, nos venden que nos están contando algunos hechos exactamente como sucedieron. El citado diario sostiene que el matiz esencial en esta polémica radica en haber escrito “Residencia en”algo que abriría la puerta a una interpretación y dramatización de hechos que pudieron ser así o no, admitiendo licencias narrativas en todo momento.
De momento no se han iniciado los trámites para ver de qué manera se resuelve la historia. Mientras tanto, Fiona Harvey sigue sosteniendo que ella es la víctima mientras millones de personas miran la turbia, brillante y adictiva trama de ‘Mi reno de peluche’de la misma manera lo hacen con otras supuestas ficciones que ponen sobre la mesa hechos reales.
En España, sin ir más lejos, hemos asistido recientemente al éxito de ‘El caso Asunta’ o ‘El cuerpo en llamas’, que no sólo relata fielmente dos de los crímenes más famosos de la historia reciente sino que además encarna personajes reales. de dos historias, poniendo sobre la mesa el debate de si es ético o no trasladar distintos tipos de infiernos a la televisión. Real o basado. En ese matiz reside la posible salvación y diferencia.
