Licenciados en Medicina – La Opinión de Málaga – .

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Licenciados en MedicinaArciniega

Una joven cercana a mí me dijo con alegría que había recogido Universidad de Málaga el título de la carrera recién finalizada. Ella se puso muy contenta y le expresé mis felicitaciones diciéndole: Ya puedes enmarcar en tu futura consulta el título de Licenciado en Medicina y Cirugía, título que he visto muchas veces en las consultas de los médicos que me atendieron en mi larga trayectoria. vida.

Me corrigió: ahora, nosotros los médicos que terminamos la carrera después de seis años de estudio No estamos licenciados en Medicina y Cirugía.somos licenciados en Medicina.

Al principio, la respuesta me dejó desconcertado. Lo primero que me vino a la mente fue Graduado, que fue el primer paso de los estudios primarios. Hoy en día, para muchos puestos de trabajo se exige el ‘EGB’, como se denominaba antiguamente el título de educación primaria.

Las veces que he acudido al ambulatorio del barrio donde vivo porque necesito asistencia médica, he preguntado en recepción por el médico que me correspondía según mi tarjeta sanitaria. Si tengo que ir a la clínica un día de estos (ojalá no), ¿Tengo que preguntar el nombre del licenciado en medicina que debe atenderme? Lo del médico no me parece bien porque la gente moderna no son médicos sino graduados.

Podría remontarme al año 1939 de Nuestra Era y utilizar un término obsoleto, es decir, preguntar por el médico, que es la forma más antigua de identificar a un profesional médico. Galeno fue un médico, cirujano y filósofo italiano, uno de los padres de la Medicina. Y, En la Edad Media, los médicos eran identificados como físicos. Pero claro, si en recepción pregunto qué médico o facultativa o facultativo es el que me tiene que recibir, imagino que me dirán que me he equivocado de lugar.

Y cuando estoy en la consulta ¿cómo debo dirigirme como señora graduada? No. Usaré lo de siempre: “Doctor, desde hace unos días…” y aquí el mal que me afecta. En español médico es sinónimo de médico, aunque no haya alcanzado el máximo grado académico.

Hay miles de médicos en Matemáticas, Historia, Biología, Periodismo, Química, Física…y muy pocos, salvo en sus correos electrónicos, utilizan la distinción académica. Ninguno de los periodistas doctorales malagueños que conozco destaca en sus artículos el grado académico alcanzado tras la superación de una tesis doctoral.

Calle Císter bajo la lluvia en 2017.

Medicamentos para todo

El eslogan “Lea las instrucciones de este medicamento y consulte al farmacéutico” sugiere algo así como “si no mejoro o empeoro, el fabricante se lava las manos”.

En el folleto, con letra bastante pequeña y explicaciones extensas, se detalla todo lo que te puede pasar. Leerlo es más aterrador que una novela de Stephen King. Es algo así como una invitación a tirar por el inodoro medicamentos sin abrir; Pues al baño no, porque no es aconsejable. Hay que acudir a la farmacia y depositarlo en el SIGRE.

En la televisión, con la advertencia “…y consulta al farmacéutico” nos llenamos de anuncios de medicinas mágicas que lo curan todo. Se ven varios personajes ‘baldaos’ de ambos sexos que se curan en dos segundos tras tomar una pastilla o pastilla. En otro ‘spot’ (anuncio en mi idioma), una señora con cara de dolor con la mano en el vientre, se traga la pastilla de turno y su cara cambia con una sonrisa ‘profidén’.

Y la lista se enriquece con más productos para una fácil digestión, para dormir como un bebé después de amamantar o tomar el biberón, otro edulcorante estimulante para saltar de la cama con ganas de trabajar, unas gotas de agua milagrosa para los ojos… No hace falta. Cuando llegas al consultorio de un graduado en medicina, te curas de todo, incluso de la pérdida de memoria, del cabello, de la vista y del dolor de espalda.

mi pediatra

Mi pediatra (el que atendía a mis hijos cuando eran pequeños) y digo su nombre con respeto y admiración, era el señor Eduardo Jáuregui, y tenía su consultorio en la calle ‘Cister’ (en realidad es Císter, aunque los malagueños decimos ‘Cister’). Fue presidente del Colegio de Médicos de Málaga, director del Hospital Civil…

Cuando mis hijos, como todos los niños, se resfriaron, les moqueó la nariz, tosieron… y fueron con mi esposa al consultorio del médico a recetarles los medicamentos de aquellos años, Don Eduardo le dijo a mi esposa que pusiera agua en una cacerola eléctrica. hervir con Hojas de eucalipto.

Exposición vecinal en el bosque de eucaliptos de Baños del Carmen en 2014.

Con la habitación cerrada, los vapores curaron naturalmente estas dolencias No necesitan pastillas, jarabes ni pociones.

Esa terapia fue fácil y efectiva. Lo que no sé es si todavía se sigue fabricando la cacerola eléctrica. Era un aparato muy eficiente y barato. hojas de eucalipto (‘carlito’ en Málaga) Los recogí del suelo en una calle cercana a mi casa donde había varios árboles de origen australiano, especie que abundaba en los árboles de la ciudad. Esta medicina natural ya no se utiliza en las grandes ciudades; En las zonas rurales todavía existen estas viejas costumbres.

Para cerrar este capítulo, la sorpresa que recibimos mi esposa y yo no hace mucho, cuando el médico, Le aconsejó que llevara “patatas fritas envasadas porque son muy saladas”. y le sentaban muy bien en su caso.

Ella los toma… y yo no porque me han prohibido los productos salados.

 
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