La prenda fue confeccionada con millones de puntadas y su creación durante más de una década demostró que el arte y la creatividad pueden conectar a personas de diferentes rincones del mundo, publicó CNN en español.
El vestido rojo pesa 6,8 kilogramos y cada puntada cuenta historias de supervivencia, identidad y expresión cultural de mujeres y hombres de todo nuestro planeta. Este proyecto fue concebido por la artista británica Kirstie Macleod y es una plataforma artística colaborativa que permitió a las participantes, en su mayoría mujeres en situación de pobreza, narrar sus experiencias a través del bordado.
Las piezas del vestido rojo viajaron por todo el mundo y las bordadoras estuvieron trabajando continuamente.
Cada detalle fue construido a partir de 87 piezas de seda dupion de color burdeos y trabajado por 367 mujeres y niñas, 11 hombres y niños y dos artistas. El público también contribuyó a diversos eventos y exposiciones.
La iniciativa permitió a muchas mujeres vulnerables reconstruir sus vidas a través del arte del bordado, dijo el creador Macleod.
En sus inicios buscó generar un diálogo sobre la identidad a través de este arte, uniendo a personas de todo el mundo sin fronteras.
Sin embargo, a lo largo de esta década y cuatro años, el vestido rojo también se convirtió en una plataforma para la autoexpresión y las oportunidades y para que esas voces fueran escuchadas.
La obra de arte ha sido expuesta en varios museos de todo el mundo, incluida la Galería Maeght de París, Art Dubai, el Museo de Arte Popular de la Ciudad de México y la Biblioteca Nacional de Kosovo.
Asimismo, en el Southern Vermont Arts Center, el Frick Museum de Pittsburgh, el Fuller Craft Museum de Estados Unidos y el Fashion and Textile Museum de Londres.
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