Bukele jura en su segundo mandato y se erige como el “médico” de los padecimientos de El Salvador

Bukele jura en su segundo mandato y se erige como el “médico” de los padecimientos de El Salvador
Bukele jura en su segundo mandato y se erige como el “médico” de los padecimientos de El Salvador

cada vez que Nayib Bukele Habló, el aplauso se volvió ensordecedor. La histórica plaza cívica, en pleno centro de San Salvador, enloquecía con la más mínima palabra del presidente salvadoreño, inaugurada este sábado para otros cinco años consecutivos al frente de ese país herido por la violencia de las pandillas, como él mismo dijo en su discurso de proclamación.

Primero El Ejército desfiló frente a él., un protocolo novedoso nunca antes visto durante una toma de posesión presidencial en la era democrática salvadoreña. Los cañones explotaron y cientos de soldados caminaron a paso casi perfecto frente al Palacio Nacional, donde Bukele los esperaba sonriendo junto a su familia.

Esto es un reflejo del éxito del “fenómeno Bukele”: su política de seguridad, conocida como “guerra contra las pandillas”que lo catapultó a un segundo mandato en las elecciones de febrero pasado al arrasar más del 80% de los votos.

Bukele besa a su esposa Gabriela en el balcón desde el que se dirigió al pueblo salvadoreño

Reuters

“Si no fuera por él no podríamos estar aquí en ningún momento. Ni nosotros ni usted. Se habían apoderado del centro histórico (en referencia a las pandillas). Bueno, y tenían todo el país bajo su control”, cuenta. Efe Hilda López, de 67 años, que se resguarda del caluroso sol de la mañana bajo un sombrero de paja adornado con la bandera azul y blanca.

Bukele, el ‘médico’

Entre la multitud de personas que cantaban incesantemente “Bukele por siempre”El presidente inició su discurso: “Este es el momento más importante de nuestra historia reciente. Finalmente, vencimos el miedo y somos un país libre”.

“Los milagros que hemos visto en este país no son pocos. Si Dios quiere, vendrán muchos más”, entona, levantándose del palco.

No tardó mucho en aprovechar su mejor baza, las pandillas. A través de una fábula, Bukele hizo un recorrido por su política de seguridad para encerrar a las pandillas en una megaprisión y criticó a los gobiernos anteriores, calificándolos de ineficaces para solucionar ese problema.

Bukele, en su toma de posesión en el segundo mandato

El Salvador fue un “paciente enfermo” y era un médico capaz de curar “el cáncer” y “todas las enfermedades” que padecía: “¿A quién escucharías? ¿El médico que te curó del cáncer o los médicos que casi te matan y te defraudaron? La sociedad salvadoreña es como una persona todavía enferma, muchas desde que nacen”.

“Pero – continúa – hace 30 años apareció una enfermedad más grave: cáncer de pandillas. Y se convirtió en ese momento en lo más urgente a resolver”.

Luego, lo proclamó alto y claro: “Así como el médico le dio al paciente la cura para el cáncer pero para curarse tenía que seguir la receta, así este pueblo salvadoreño tomó la decisión de seguir la letra y juntos nos libramos del cáncer”. .” de las pandillas”. Y los salvadoreños estallaron en vítores.

Obvio la constitucion

No dudó en advertir cuál será la misión de su nueva administración: “Tenemos la enorme tarea de proteger como un león nuestro legado”. Como él, no dudó en pedir a los salvadoreños que defiendan las decisiones “que él tomará pero” sin quejarse “y sin escuchar a los” enemigos del pueblo “.

Nayib Bukele y su esposa Gabriela, desde el balcón donde el presidente se dirigió al pueblo salvadoreño en su toma de posesión

Reuters

A pesar de su gran popularidad, la investidura de Bukele no ha estado exenta de polémica: no sólo porque La constitución salvadoreña no permite un segundo mandato consecutivosino porque el último precedente en la historia de El Salvador de un presidente que buscaba la reelección inmediata se remonta a la dictadura militar con el General Maximiliano Hernández Martínez.que gobernó entre 1931 y 1944.

Una comparación de la que Bukele no escapa cuando constantemente es señalado por organismos internacionales de tener un carácter autoritario y no respetar los derechos humanos, aunque a algunos salvadoreños no parece importarles esa imagen.

Uno de ellos fue Félix López, de 43 años y envuelto en una bandera de El Salvador: “Mira, eso lo vemos aquí. Eso se declara aquí (en la plaza abarrotada de gente). Estamos bien. Él es el presidente, tiene autoridad y puede tomar decisiones.

Fue con esa imagen de mano fuerte pero cercana al pueblo que Bukele se retiró del balcón para dar paso a otros cinco años en el cargo. La plaza siguió estallando de alegría: ahora tienen de nuevo a su médico.

 
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