El aumento del sarampión en Europa plantea la necesidad de vacunar a “generación

El aumento del sarampión en Europa plantea la necesidad de vacunar a “generación
El aumento del sarampión en Europa plantea la necesidad de vacunar a “generación

El sarampión, un virus casi olvidado en España, ha vuelto con fuerza a Europa, lo que ha planteado la necesidad de vacunar a la llamada “generación X”, los que vinieron al mundo entre 1965 y 1980, aproximadamente. Cataluña ha sido la primera comunidad autónoma en abrir este melón, y otras podrían seguir su ejemplo. Su departamento de salud ha emplazado a los nacidos entre 1966 y 1980 a vacunarse. En aquellos años la incidencia del sarampión era baja y la vacuna no estaba incluida en los calendarios. En la década de los 70 se empleó una vacuna monovalente, pero solo durante un periodo breve de tiempo, por lo que, pese a que hay gente vacunada del sarampión en este grupo de edad, no existe una protección óptima.

Como señala un documento del Sergas, la vacunación sistemática se comenzó a generalizar en 1981 con la triple vírica, que protege también de la rubeola y las paperas, a los 15 meses de edad, incluyéndose una segunda dosis a los 11 años en 1995. En los años 1999-2000 se llevó a cabo una campaña extraordinaria de vacunación para todos los niños de entre 3-11 años (nacidos entre 1988-1996), alcanzando coberturas muy altas. El actual calendario de vacunación contempla dos dosis, a los 12 meses y a los 3 años.

“Antes de 1966 han pasado el sarampión con toda probabilidad y entre 1966 y 1980 pueden no estar vacunados”, explica el pediatra Fernando Moraga-Llop, portavoz de la Asociación Española de Vacunología. Por eso las personas nacidas entre 1966 y 1980 (las que tienen entre 44 y 58 años) se convierten ahora, con el sarampión al alza en los países vecinos, en uno de los colectivos más expuestos al virus. El departamento de salud de Cataluña quiere que las personas de esta edad que no fueron vacunadas en su momento y que no pasaron la infección reciban este año dos dosis de la vacuna separadas en un intervalo mínimo de cuatro semanas.

En Cataluña se optará por una estrategia denominada “vacunación oportunista”, consistente en aprovechar, cuando alguna persona del grupo diana acude al centro de salud por el motivo que sea, para revisar su estado vacunal y proponerle la inyección si es necesario. No se trata de una llamada activa para incentivar esta vacunación, como se hizo con el COVID o como se hace con la gripe, pero sí se busca aumentar la protección entre las personas de 44 a 58 años desde la atención primaria.

“En principio, es adecuado detectar la población con baja tasa de vacunación para dar dosis de refuerzo, posiblemente aquellos que no tengan la segunda dosis y necesiten refuerzo”, apunta a FARO María del Mar Tomás, microbióloga del Hospital de A Coruña (CHUAC) y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Mar Tomás se remite a la información de la autoridad epidemiológica europea, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), que ha recomendado intensificar las medidas destinadas a mejorar las coberturas vacunales y la vigilancia epidemiológica del sarampión.

“Incremento espectacular”

“El pasado año, el continente experimentó un aumento espectacular de la incidencia de sarampión, con más de 30.000 casos notificados en 40 de sus 53 países –incluidas 21.000 hospitalizaciones–, cuando en todo 2022 apenas se registraron 941 casos. Esto representa un aumento de más de 30 veces”, destaca en un artículo en “The Conversation” Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca y miembro de la Sociedad Española de Microbiología.

En 2023, los países pertenecientes a la UE, más Reino Unido, Liechtenstein, Islandia y Noruega, reportaron 2.361 casos de sarampión al ECDC. De ellos, 1.755 (74,3%) fueron notificados por Rumanía, 186 por Austria, 118 por Francia, 82 por Alemania y 69 por Bélgica. Este año, en la vecina Portugal se se han registrado al menos 14 casos. Aunque Rumanía sigue siendo el principal foco, con 7.243 casos y 8 muertes hasta abril.

Las previsiones en España apuntan también a un aumento de casos de sarampión. Según el Boletín epidemiológico en red, hasta el 7 de abril de este año se han confirmado 25 casos, lo que supone más del doble que en todo 2023 (11 casos).

El resurgimiento del sarampión se atribuye fundamentalmente a un descenso en las coberturas de vacunación desde 2020 a 2022, en parte atribuible a la pandemia de COVID-19. La cobertura de vacunación con la primera dosis en la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha disminuido del 96% en 2019 al 93% en 2022, y la segunda dosis pasó de un 92% en 2019 al 91% en 2022. Sin embargo, incluso en el período prepandémico, menos de la mitad de los países de la UE alcanzaban más del 95% de cobertura de vacunación de la primera dosis, y muy pocos llegaban a ese porcentaje para la segunda dosis de vacuna.

Dado que el del sarampión es uno de los virus más contagiosos que existen, se considera que debe estar cubierta por la vacuna casi el 100% de la población. En Galicia, la cobertura de la segunda dosis de la vacuna triple vírica no alcanzó en 2022 el umbral deseado del 95 por ciento.

Posibles efectos graves

El sarampión puede ser desde leve hasta producir una encefalitis, con importantes secuelas, y, en ocasiones, la muerte. Quienes tienen más riesgo son los niños muy pequeños que aún no han sido vacunados y las personas inmunodeprimidas. Además, este virus es capaz de borrar nuestra memoria inmunitaria. Esta “inmunoamnesia”, que puede durar años, nos hace más vulnerables a otros patógenos (infecciones respiratorias, diarreas…) que también pueden ser muy graves.

Vacunas W / Hugo Barreiro

El sarampión se declaró eliminado en España en 2017, cuando la oficina europea de la OMS verificó que España no había registrado transmisión endémica del virus a lo largo de los años 2014, 2015 y 2016. Pero “eliminación” es diferente de “erradicación”. La única enfermedad vírica humana que ha sido erradicada es la viruela. Y erradicar el sarampión es muy difícil, dada su elevadísima contagiosidad, que el patógeno se transmite por el aire (por aerosoles) y que hay gente que no tiene acceso a la vacuna o que la rechaza.

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Los expertos recuerdan que la triple vírica es una de las mejores vacunas que existen, y que no hay riesgo añadido alguno si una persona que ya está vacunada de sus años infantiles pero no está seguro de estarlo se vuelve a vacunar siendo adulto. Es posible contraer sarampión después de vacunarse, pero es extremadamente raro. La vacuna es muy eficaz, y las dos dosis proporcionan inmunidad protectora a cerca del 99% de las personas que las reciben.

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