En una época donde la juventud parece ser el estándar de belleza, surge desde Japón una tendencia que propone una visión alternativa y más armoniosa del envejecimiento: el *wellaging*. Este concepto, que puede traducirse como “buen envejecimiento”, está ganando adeptos rápidamente, no sólo entre la población general de entre 40 y 50 años, sino también entre celebridades como Gwyneth Paltrow y Jennifer Aniston.
Al contrario de las prácticas *antiaging*, que buscan eliminar los signos de la vejez mediante intervenciones estéticas, el *wellaging* se centra en aceptar el proceso natural de envejecimiento, promoviendo un estilo de vida que abarca el bienestar físico, mental y espiritual. Este enfoque integra una dieta equilibrada, ejercicio regular y descanso suficiente, junto con tratamientos de cuidado de la piel que no son invasivos y buscan preservar la autenticidad de la fisionomía.
Las celebridades que siguen esta tendencia no sólo buscan mantener su belleza natural, sino también mejorar su calidad de vida. Sharon Stone y Michelle Pfeiffer también forman parte de este grupo, optando por tratamientos como láseres suaves, radiofrecuencia fraccionada con microneedling e infiltraciones de ácido hialurónico que favorecen la bio-reestructuración y bio-regeneración de la piel sin alterar su esencia.
“La idea del bienestar es acompañar estos cambios en armonía, respetando la fisionomía de cada persona y poniendo especial énfasis en la autoestima”, explica un dermatólogo local. Además, señala que es fundamental comprender que el bienestar no se limita al cuidado de la piel; Es un enfoque holístico que incluye todos los aspectos de la salud.
Con el aumento de la esperanza de vida y la mayor concienciación sobre métodos de cuidado personal respetuosos con el cuerpo y el tiempo, el bienestar se perfila como una tendencia sostenible profundamente arraigada en los principios de salud integral y respeto al envejecimiento. natural. En Santa Fe, cada vez más centros de belleza y profesionales del bienestar adoptan y adaptan estos principios para ofrecer a sus clientes opciones alineadas con esta filosofía de vida.
En definitiva, el bienestar propone una revolución en la forma de entender y abrazar el proceso de envejecimiento, marcando un camino hacia un futuro donde la edad sea un reflejo de la vida vivida y no una batalla a librar.