Christopher Gilbert, un joven estudiante de medicina de 26 años, sufre muerte cerebral después de que sus compañeros de clase le gastaran una broma. La tragedia ocurrió el pasado 14 de abril en Lake D’Arbonne en Farmerville, Los Ángeles, California; Sus amigos lo arrojaron al agua sabiendo que no sabía nadar.
Lo que empezó como una tarde de diversión con amigos se convirtió en una pesadilla para la familia de Gilbert. Según relatos de testigos, el joven permaneció en el agua durante 10 minutos mientras sus amigos observaban sin tomar medidas para ayudarlo.
Fue gracias a la intervención de un hombre de un restaurante cercano que Gilbert fue rescatado del agua, pero lamentablemente ya era demasiado tarde.
Al llegar al hospital local, los médicos diagnosticaron a Christopher Gilbert con muerte cerebral y sus órganos comenzaban a fallar. Durante 72 angustiosas horas, estuvo conectado a un ventilador y recibiendo tratamientos médicos intensivos, incluida “diálisis para los pulmones”, en un intento desesperado por salvar su vida. Sin embargo, los esfuerzos fueron en vano y Christopher ahora se encuentra en estado crítico, luchando por su vida.
Según las autoridades, los amigos de Gilbert inicialmente intentaron restar importancia a la gravedad de lo sucedido, tratando de hacer pasar la tragedia como “juegos bruscos”. Sin embargo, la verdad salió a la luz cuando uno de los amigos de Christopher confesó haberlo empujado al lago. A pesar de esto, ninguno de los involucrados admitió conocer la incapacidad de Gilbert para nadar.
La madre de Christopher, Yolanda George, está devastada por la situación. En declaraciones a medios locales, expresó su dolor y frustración por la negligencia de quienes consideraba amigos de su hijo. “No puedo entender cómo pueden ser tan crueles”, dijo entre lágrimas.
