Día Mundial del Pene: claves para repensar el placer, la salud y la masculinidad

Día Mundial del Pene: claves para repensar el placer, la salud y la masculinidad
Día Mundial del Pene: claves para repensar el placer, la salud y la masculinidad

Los cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso son fundamentales en el mecanismo de la erección, permitiendo que el pene duplique o triplique su tamaño y adquiera rigidez gracias al flujo sanguíneo arterial.

Él pene Es el órgano genital que permite penetración, Además de la emisión de orina y semen. La estructura interna del pene está formada por dos cuerpos cavernosos, responsables de la erección durante la tumescencia vascular en el momento de la erección, y un cuerpo esponjoso por donde circula la uretra hasta el orificio distal situado en el glande.

El erección Es consecuencia del llenado de sangre en el cuerpos cavernosos y cuerpo esponjoso, lo que lleva a duplicar o triplicar el tamaño del pene y darle la rigidez característica. El mecanismo de erección se consigue gracias al flujo arterial del pene, al aumento de la presión arterial en el interior de los cuerpos cavernosos y a la disminución del retorno o salida venoso.

Tanto el cuerpo cavernoso como el esponjoso están formados por un tejido especial con “células” o sinusoides que permanecen cerradas en estado de flacidez y se abren cuando llega el torrente sanguíneo arterial para provocar la erección.

Los cuerpos cavernosos están rodeados por una gruesa membrana de tejido conectivo llamada albugínea, que permite retener la sangre en los sinusoides, consiguiendo rigidez del pene. En cambio, en el cuerpo esponjoso la albugínea es mucho más delgada, por este motivo la tumescencia del pene aumenta, pero no llega al estado de rigidez.

El tamaño del pene, tema de preocupación para muchos hombres, se encuentra en la mayoría de los casos dentro de un rango medio, desmitificando la necesidad de tratamientos quirúrgicos por motivos estéticos.

Él tamaño del pene sigue siendo una preocupación muy seria más imaginario que real, ya que en la mayoría de los casos el tamaño real está dentro de la media.

Muchos hombres perciben que su pene es más pequeño de lo que realmente es y centran su atención en el tamaño. A pesar de las explicaciones médicas, Estos hombres que se preocupan por el tamaño de su pene son propensos a someterse a tratamientos quirúrgicos que no solucionan en absoluto su problema.ya que la dimensión del pene está en “sus cabezas”.

Dejando de lado el pene pequeño que dificulta mucho la penetraciónEl complejo del tamaño del pene es más psicológico que orgánico. Estos hombres sufrientes Evitan las relaciones sexuales y viven obsesionadoscomprometiendo tu estado de ánimo y tu vida en general. La idea predominante es la del fracaso del coito y no desarrollan otras habilidades eróticas para complacer a su pareja.

En las clínicas sexológicas escuchamos las historias de estos hombres que se cierran a encontrar otras estrategias de disfrute además de imaginar qué pensarán las mujeres al ver su pene “insuficiente”.

Las clínicas sexológicas se convierten en espacios para que los hombres expresen sus inseguridades sobre el tamaño de su pene, buscando soluciones más allá de la cirugía y centrándose en el bienestar psicológico.

Romper el mito de que las relaciones sexuales son el máximo placer es el primer paso para calmar la ansiedad. Es una condición terapéutica que la imagen que subestima sus cualidades como amante por el tamaño de su pene cambie a otra que priorice todo el juego erótico y la multiplicidad de acciones que puede desarrollar, además de centrarse en la propia. imagen y dejando de lado “¿Qué está pensando ella sobre mi pene?”

La preocupación por el tamaño del pene esconde miedos que se convierten en verdaderas fobias sexuales, evitando encuentros o tomando medidas para reducir el miedo.

Entre estas precauciones se encuentran la ingesta de alcohol o alguna otra sustancia, el uso de Viagra, ansiolíticos, tener relaciones sexuales con las luces apagadas, etc. También hay quienes directamente evitan el contacto o lo hacen sólo con trabajadoras sexuales.

La libre expresión ayuda a las mujeres a compartir no sólo sus experiencias, sino también sus dudas y ponerlas a consideración de sus pares. Entre café y café resuenan los gemidos, las quejas por la rutina, la “adrenalina” del amante, el pudor y por qué no, las culpas.

La discusión sobre el cuerpo como ente erógeno revela que tanto las satisfacciones como las insatisfacciones derivan de la interacción de sensaciones físicas y respuestas emocionales en las relaciones íntimas (Imagen ilustrativa Infobae)

Saben modular sus intereses con el objetivo no sólo de compartir, sino también de saber qué piensan y hacen los demás con sus sexualidades. Porque si en la mesa de los hombres se cuentan historias sexuales con el fin de exponer habilidades, acciones heroicas con el pene erecto, en la mesa de las damas el discurso se convierte en un medio no sólo para compartir, sino para descubrir cómo sus pares resuelven cuestiones sexuales.

Las mujeres se cuestionan, resuelven subrepticiamente dilemas fisiológicos, emocionales y morales entre ellas, por el solo hecho de comparar sus experiencias y sentirse más acompañadas, o más solas, según el tema que se trate. Uno de los temas que se tratan es el tamaño del pene y no su uso.

El tamaño del miembro también está en el imaginario femenino como parte del atractivo del cuerpo masculino: cara, músculos, pene y también piernas y cola musculosas. Sin embargo, las mujeres saben que estas condiciones físicas son parte de una imagen que las estimula, pero no son condición para “enganchar”.

La idea de que las relaciones sexuales representan la cima del placer sexual es cuestionada por profesionales que sugieren que los hombres exploren una variedad más amplia de habilidades eróticas y de intimidad (Getty Images).

Si está presente, perfecto, pero los vínculos de conexión y durabilidad serán herencia de otros aspectos ligados a las emociones, el respeto, la comunicación, el humor, etc. Sin embargo, la sensorialidad femenina, como conexión corporal y emocional, requiere estímulos que despierten y aumentarlo. “Tocar” el pene erecto es uno de estos estímulos. Por supuesto, cuanto mayor sea el tamaño, mayor será la incitación erótica.

Pero al igual que ocurre con el pene, otras zonas del cuerpo pueden provocar sensaciones placenteras. Toca los labios, barbilla, cuello, pecho, pectorales, abdomen, cola, piernas, etc.

Cada parte del cuerpo puede desencadenar el placer sexual. Cuando las mujeres hablan del tema dicen que cada una de estas fuerzas erógenas son partes de un todo que se suman y se integran en el placer. Al fin y al cabo, si nos ponemos a pensar en lo que sucede durante la relación erótica, nos daremos cuenta de que no es sólo una suma de partes físicas las que impulsan el placer, son las sensaciones que provienen de ellas y que se integran en entero.

La historia de hombres y mujeres discurre entre satisfacciones e insatisfacciones respecto al cuerpo erógeno, sin embargo, como su nombre lo dice, el cuerpo es erógeno, siempre y cuando “lo físico” desencadene sensaciones que rodean el propio cuerpo y se traducen en acciones mutuas. La conexión erótica es un viaje de ida y vuelta de estímulos y respuestas, en el mejor de los casos placenteras, en otros desagradables, pero sensaciones al fin y al cabo.

*Walter Ghedin, (MN 74.794), es psiquiatra y sexólogo

 
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