Estos son los hábitos que te harán más feliz si aprendes a conectarte contigo mismo

Estos son los hábitos que te harán más feliz si aprendes a conectarte contigo mismo
Estos son los hábitos que te harán más feliz si aprendes a conectarte contigo mismo

Escuchar tu canción favorita en el coche, la primera tarde de primavera cuando el sol se pone poco después de las seis, el primer helado del verano, el olor a café por la mañana, o la dopamina, la serotonina y las endorfinas que se esparcen por el cuerpo después una sesión de entrenamiento. Son experiencias que para algunas personas producen una reacción química en el cuerpo, como si fuera un tipo de analgésico natural ya que relajan y calman. Es decir, les hace sentir felices.

Una vida acelerada por una productividad constante y poco descanso puede provocar que los individuos tengan menos oportunidades de disfrutar de estas experiencias y, por tanto, se sientan menos felices. “Debemos tener presente que la felicidad no es una meta, como muchas corrientes psicológicas quieren hacer creer. La felicidad es una emoción, no podemos estar tristes ni enfadados”, explica la psicóloga Sílvia Vidal, experta sanitaria en ansiedad, estrés y emociones. En su estricta definición y según la Real Academia Española, la felicidad es un “estado de placentera satisfacción espiritual y física”.

La felicidad no es una meta, como muchas corrientes psicológicas quieren hacer creer. Es una emoción: no podemos estar tristes ni enojados”.

Silvia VidalExperto en salud en ansiedad, estrés y emociones.

Vidal explica que para ella es fundamental que sus pacientes entiendan que la felicidad es una emoción, ya que les “alivia” darse cuenta de que no es necesario estar felices constantemente y ellos mismos pueden quitarse la presión. “Se es feliz en momentos puntuales y nosotros, como personas, no siempre tenemos la responsabilidad de poder serlo”, razona Vidal. Según el sanitario, hay días en los que puedes conectar con la felicidad y otros en los que no, ya que pueden entrar en juego el estrés, las preocupaciones, el cansancio y el desgano, “y no pasa nada si no lo estás”. señala.

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Según un informe de las Naciones Unidas de marzo de 2024, el “Informe anual sobre la felicidad mundial”, millennials y el centenarios, las personas de alrededor de treinta años de media, son las que se sienten más infelices. Por otro lado, según un estudio de la Universidad de Harvard, publicado en el libro “The Good Life”, las personas mayores de 60 años son más felices porque reconocen los límites de la vida y se liberan de responsabilidades y obligaciones. .

Guías virales para la felicidad.

Mientras tanto, en las redes sociales aparecen nuevas tendencias que ofrecen una guía para aprender a abordar la felicidad y seguir relacionándola como un objetivo vital. Él “llevar un diario”es el método de anotar y anotar en un cuaderno sentimientos y emociones para poder digerirlos mejor; él “manifestando“ayuda espiritualmente a crear la vida soñada a través de mantras y frases positivas; y “romantizar la vida” significa observar los pequeños momentos del día como si fueran una película.

Crear hábitos saludables ayuda a alcanzar el bienestar emocional

Mané Espinosa / Propia

Estas guías que se viralizan apelan al cuidado personal y a la creación de hábitos saludables, que, como señala Vidal, son cruciales para el bienestar emocional. Sin embargo, la sanitaria también añade que se deben revisar estos hábitos y estilos de vida, para darle importancia a otros “como la respiración para conectar con uno mismo, si puedes encontrar diez minutos para ti”, sugiere. Vidal matiza que tampoco se puede generalizar, ya que los hábitos que pueden proporcionar felicidad a una persona pueden no serlo a otra, y dependerá de las circunstancias personales de cada uno.

El humor es una herramienta contra la neurosis, útil en tus interacciones con la gente del trabajo, con tu pareja, con la persona a la que le compras el pan”.

Rafael SantandreuPsicólogo

También existen otro tipo de hábitos que no tienen nada que ver con hacer ejercicio, escuchar música o leer para desconectar de la vida agitada y que contribuyen a tener una vida más alegre y feliz y que no provocan que se pierda una gran cantidad de tiempo. desviado del día, que muchas veces la gente no tiene.

“Un hábito a desarrollar para ser más feliz es aprender a frenar”, propone el psicólogo y escritor Rafael Santandreu. Según él, es importante tomarse cada día con calma y nunca realizar múltiples tareas. Es vital prestar total atención a cada pequeña tarea que tenemos entre manos. “Te puedes imaginar como un monje que hace cosas todo el día, pero despacio y con todo el cariño y amor del mundo”, describe Santandreu. El ritmo acelerado provoca la pérdida de la capacidad de valorar lo que uno tiene, “y eso es fundamental”, explica la psicóloga y autora de cuyo libro El arte de no amargar la vida es uno de los libros más vendidos sobre autoayuda y bienestar emocional.

Otro hábito que no implica tener que ir más allá de las horas del día para dedicarle tiempo y que propone Santandreu es quejarse lo menos posible, “si es cercano a cero, mejor”, comenta. Según la psicóloga, la queja produce amargura e insatisfacción y no tiene límite. Agrega que, junto a esto, se incluyen momentos en los que se introduce el humor. “En tus interacciones con la gente del trabajo, con la persona a la que le compras el pan, con tu pareja. Porque el humor es una gran herramienta antineurosis”, explica Santandreu.

Reír te ayuda a ganar distancia y perspectiva y a dejar de lado las preocupaciones. Lo que puede parecer un problema, “en realidad no es tan dramático”, describe la psicóloga. Además de reír, Santandreu añade a la lista de hábitos reaprender a jugar para sentirse más feliz. “Podríamos inventar la palabra ‘animales’ toyensis‘, porque el juego es súper importante para la felicidad humana. “Somos como chimpancés juguetones”, explica la psicóloga. Propone encontrar tiempo para divertirse todos los días y aclara que es un error pensar que la edad adulta significa no jugar más.

Quejarse lo menos posible, dejar de lado las preocupaciones y reír son actitudes que te ayudan a conectar con la felicidad.

Silvia Vidal sugiere que cualquier actividad que te ayude a desconectar de la adicción a las pantallas y a la productividad acelerada será beneficiosa y te permitirá encontrar ese momento de relajación y antiestrés. “Es muy importante poder conectarnos con nosotros mismos y nuestras emociones, aprender a desconectar para conectar”, afirma Vidal, de forma independiente, ya sea entrando en contacto con la naturaleza, leyendo un libro o escuchando música.

Vidal añade que en un momento en el que las personas están hiperconectadas, también están más desconectadas que nunca. “Tenemos muchos más entradas que nos molestan de los que otras generaciones tenían antes y nuestro sistema nervioso está constantemente activado, haciendo muy difícil conectar con nosotros mismos”, explica la psicóloga y creadora de contenidos sobre estrés y ansiedad. Por eso explica que hoy en día es más difícil encontrar esos momentos de felicidad. La psicóloga matiza que estar anclado a la explotación laboral, el estrés y la comparación social genera una enorme presión por encontrar momentos de felicidad y desconexión. “A nuestros abuelos nadie les decía que tenían que ser felices”, remarca Vidal.

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