contra la “colonización de lo imaginario”, a favor del aburrimiento – .

contra la “colonización de lo imaginario”, a favor del aburrimiento – .
contra la “colonización de lo imaginario”, a favor del aburrimiento – .

Verónica Raimo: contra la “colonización de lo imaginario” y a favor del aburrimiento (Fotos: Franco Fafasuli)

A última hora de la tarde, en una terraza de Palermo, el barrio de Buenos Aires; no la capital de la isla de Sicilia—, la de la librería Eterna Cadencia, Verónica Raino Enciende un cigarrillo armado y mira a la cámara con un rictus indómito, pseudovandálico: posa para las fotografías. Minutos más tarde, dentro, en una silla apenas acolchada, se quita la holgada chaqueta de cuero y toma un sorbo de vino blanco. En la mesa, Nada es verdad, publicado en 2022 en Italia y traducido al español al año siguiente, por el sello Libros del Asteroide. “Dicen que cuando un escritor nace en una familia, esa familia se acaba”. Con esa primera frase comienza la novela.

Una familia entonces. En Nada es verdad Dice: “En cualquier trama catastrófica que se precie, cuando el mundo está infectado lo único importante es preservar los lazos de sangre: la familia”. Gran tema humano: fotografía del punto exacto donde se juntan dos generaciones, donde hay alguien que cría y alguien que se cría, donde la tradición se transmite, se continúa y aparecen tensiones. La familia como estructura en permanente crisis que, a pesar de los huracanes de la posmodernidad, nunca colapsa del todo. El protagonista tiene las mismas características que el escritor. Literatura del yo que se abre y se multiplica.

En Roma, con una madre omnipresente, un padre obsesivo y un hermano más mimado que brillante, la protagonista crece. El hogar como territorio germinal, la adolescencia como escalofriante redención y la madre, siempre madre, con sus desvaríos, con sus yeites, con su asfixiante manera de amar. “El fracaso no es lo peor, lo peor es la indecisión, estar en vilo”, se lee en el libro, y más adelante: “La idea de escapar es siempre electrizante, su gestión lo es un poco menos”. El humor es la pátina sobre la que se apoya Raimo para contar pequeñas anécdotas que dejan huella de satisfacción, burla o dolor.

“Nada es verdad” (Libros de asteroides) de Verónica Raimo

“Llegué hace veinte días. Sí, es mi primera vez en Argentina”, dice, quien se apoya en el traductor, sentado a su lado, pero en general entiende el español sin problemas. Estuvo en Córdoba, donde presentó esta novela, y es lo mismo que hará después de esta entrevista, aquí, en Palermo: seguir desentrañando las capas que envuelven esta historia familiar. “Pensé que mucha gente, al menos en Buenos Aires, hablaba italiano. Y no, nadie. Pero hay mucha cercanía y a la vez mucha distancia con mi idioma. Como si fueran palabras que se escriben igual pero tienen diferente significado”, confiesa.

Una gran sorpresa, dice, “es que aquí, en Argentina, a pesar de la desastrosa situación política, se habla mucho más de política que en Italia. “Esto es algo positivo”. Raimo (Roma, 1978) escribió un poemario y tres novelas que aún no han llegado a nuestra lengua, ganó premios, escribió el guión de la película Bella addormentatadirigido por Marco Bellocchiotraducido del inglés al F. Scott Fitzgerald, Ray Bradbury y Octavia E. mayordomo.

¿Qué significa hoy la familia, qué lugar ocupa hoy? “Me gusta pensar en la familia en términos de alianzas comunitarias. También me pregunto si no podemos prescindir de la palabra familia. Hoy hablamos de familias mixtas, de familias homosexuales. “Me gusta hablar en términos de alianzas y comunidad”, dice.

El escritor romano estuvo en Argentina presentando “Nada es verdad” y habló con Infobae Cultura

la familia de Nada es verdad Ella es italiana, pero también podría ser de aquí, de este lado del Atlántico. Hay algo en común: “El libro se tradujo en varios países pero donde más resonancia tuvo, donde más gustó fue en países como España y Argentina. Mucho en los países latinoamericanos. Y también gustó en Türkiye, porque son sociedades patriarcales, donde la Iglesia todavía juega un papel importante. Países donde también se siguen las tradiciones. Allí les gustó el libro más que en los países del norte de Europa”. Lo empezó pensando como un monólogo teatral para su amiga actriz, pero mutó y se convirtió en otra cosa: en definitiva, se quedó en el papel.

“Busqué que se refiriera a mí, pero también busqué un extrañamiento. Además este es mi cuarto libro y es el que mejor funcionó, el que más éxito tuvo y más se vendió, cosa que no preví. Más allá de eso, escribir este libro no fue diferente a escribir un libro de ciencia ficción, porque me traté a mí mismo como a un personaje literario. En el proceso de escritura no me di cuenta del todo de que sabía exactamente lo que estaba haciendo. No me interesaba quedarme fielmente apegada a los recuerdos, sino buscar esos recuerdos que pudieran construir una historia”, dice y su intérprete traduce.

Al igual que el protagonista, el autor tiene un hermano escritor: cristian raimo. En la novela dice: “Gracias a todo el aburrimiento que nos transmitieron nuestros padres”, ambos se dedicaron a la literatura. “Sabíamos aburrirnos como nadie”. Ahora, reflexiona: “Los nacidos a finales de los setenta tuvieron una infancia muy distinta a la contemporánea, en la que el entretenimiento es casi un deber educativo. El aburrimiento es un rasgo generacional. Hoy en día es diferente para los niños: todo está enfocado a divertirse, para que no se aburran. Ya sea tocando el piano, jugando PlayStation, haciendo algún deporte… tienen que estar siempre entretenidos”.

“Para mí, el aburrimiento era un espacio vacío, pero era un espacio donde se podía crear. También era una forma de pensar el espacio público. Hoy, sin embargo, en el espacio público ya está todo dado, hay que consumir”, añade.

“A pesar de la desastrosa situación política, aquí se habla mucho más de política que en Italia: eso es positivo”

en el país de dantede ítalo calvinde Humberto Ecode Cesare Pavese¿Cuánto pesa la tradición, cuánto oprime, cuánto inspira? “Hay una tradición que tiene mucho peso, pero más en el ámbito académico. Para mi generación y la generación que me sigue, hay un enfoque muy fuerte en la escritura, especialmente en la escritura de Estados Unidos. Y esta es una especie de colonización. Una colonización de lo imaginario. La imaginería de la tradición italiana es muy importante. “Leemos tanta literatura americana, vemos mucho cine americano, tantas series”, responde Raimo.

“Pero también hay una visión localista de contar lo propio”, añade, y concluye que “el punto intermedio es, al final, tener en cuenta la contradicción: crear algo que pueda fundar un nuevo tipo de canon, que sea no sólo el canon literario italiano, y que se abre a un mundo globalizado. Abierto a todo el mundo, teniendo en cuenta también la literatura sudamericana, africana y europea. “Esto todavía está tardando un poco en suceder”.

Desesperación y alegría. Para Verónica Raino, la literatura implica ambas. “Por un lado escribir es una alegría, una joya, le da sentido a mi vida, pero al mismo tiempo es algo que me desespera todo el tiempo. Hay dos cosas: desesperación y alegría. Una especie de relación tóxica continua”, dice y deja en el aire una breve sonrisa que tapa con su copa de cristal: un sorbo de vino blanco.

En diez minutos comienza la presentación. Hay gente esperándola en el bar de la librería. Algunos, los más impacientes, revisan los estantes. Afuera es de noche y hace frío: el otoño muestra sus colmillos. En diez minutos, Raimo cruzará las piernas, cogerá el micrófono y empezará a hablar.

(Fotos: Franco Fafasuli)

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV “Está bien” – .
NEXT Intoxicación alimentaria en el show de La Renga en el Estadio Único de la ciudad de La Plata