Por qué es más difícil perder peso con el paso de los años y cómo debe cambiar tu alimentación con la edad

Por qué es más difícil perder peso con el paso de los años y cómo debe cambiar tu alimentación con la edad
Por qué es más difícil perder peso con el paso de los años y cómo debe cambiar tu alimentación con la edad

La redistribución de la grasa corporal con la edad es una respuesta a una combinación de factores hormonales, genéticos, metabólicos y también del estilo de vida (Getty)

Incluso manteniendo los mismos niveles de actividad física y estilo de alimentación que en la juventud, a medida que pasan los años a las personas les resulta más difícil mantener su peso. Es aun mas dificil adelgazar y deshacerse de la adiposidad, que se localiza en zonas donde antes no estaba presente.

Los adultos tienden a ganar peso gradualmente entre edades 20 y 65 años. Esta tendencia se sostiene hasta los 65 o 70 años aproximadamente, y a partir de esa edad suele producirse un descenso de unos 0,65 kilos al año, debido principalmente a la mayor disminución de la masa muscular, según un estudio.

“El principal determinante del aumento de peso, o de la dificultad para perder peso después de la mediana edad, es pérdida de masa muscularlo cual impacta directamente en el metabolismo o gasto energético de un individuo”, comenzó a analizar consultada por Infobae el médico nutricional del Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica y Director Médico del Centro Nuclínico, María Magdalena Farías..

“Comer sano es importante en todas las etapas de la vida, pero el mensaje es que nunca es demasiado tarde” (Getty)

Y tras señalar que “al tener menos masa muscular se queman menos calorías”, el especialista destacó: “Se ha reportado que a partir de los 40 años perdemos anualmente un 1% de masa muscular. Además del impacto en el gasto energético y el peso, esto determina una mayor fragilidad en los adultos mayores, lo que impacta directamente en la calidad y esperanza de vida”.

Con ella coincidió el médico especialista en Medicina Interna y Nutrición. Marianela Aguirre Ackermann (MN 151.867), miembro del Grupo de Obesidad del Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) y el Comité de Obesidad de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD), quienes sostuvieron que “Con el paso de los años, el cuerpo humano experimenta cambios fisiológicos que pueden afectar el peso”. “La principal es la pérdida de masa muscular, que afecta la fuerza y metabolismo, es decir, la velocidad con la que quemamos calorías -explicó-. Los músculos más pequeños consumen menos calorías. Así, si no cambiamos nuestra alimentación, consumiremos más calorías de las que necesitamos. Y el exceso se almacena en forma de grasa”.

Al precisar algunos de estos cambios fisiológicos naturales y esperados con el paso de los años, Aguirre Ackermann enumeró:

Muchas personas reducen su ritmo de actividad física con la edad y adoptan un estilo de vida sedentario (Imagen ilustrativa Infobae)

  • Metabolismo más lento. La reducción del metabolismo basal es uno de los cambios más significativos relacionados con la edad. Esto se debe en parte a la pérdida de masa muscular que se produce naturalmente con la edad, un fenómeno conocido como sarcopenia, un fenómeno aún más intenso en personas sedentarias. Los músculos son metabólicamente activos y consumen más calorías que el tejido adiposo, incluso en reposo. Por tanto, a medida que disminuye la proporción de masa muscular, el metabolismo desciende, lo que puede provocar un aumento de peso si no se ajusta adecuadamente la ingesta.
  • Cambios hormonales. Los hombres tienen en promedio menos tejido adiposo total, pero más tejido adiposo central o intraabdominal, mientras que las mujeres tienden a tener más tejido adiposo total que los hombres y tienden a depositarlo en la cadera y en depósitos subcutáneos. En las mujeres, con la edad, la menopausia trae consigo una disminución de los niveles de estrógenos, lo que cambia el patrón de aumento de peso a un aumento de la grasa abdominal. En los hombres, la disminución de testosterona con la edad puede reducir la masa muscular y aumentar la acumulación de grasa.
  • Disminución de la actividad física. A menudo hay una disminución en la intensidad y cantidad de actividad física que las personas realizan a medida que envejecen. Esto puede contribuir al desequilibrio calórico y al aumento de peso.
  • Trastornos del sueño. La dificultad para dormir es una de las quejas más comunes con la edad. Varios estudios epidemiológicos muestran asociaciones fuertes y consistentes entre la reducción del tiempo de sueño nocturno y el desarrollo de obesidad, diabetes tipo 2 y otros trastornos metabólicos.

“Es importante ajustar tanto la ingesta como la actividad física para acomodar estos cambios”, analizó en este sentido Aguirre Ackermann. También puede ser útil llevar a cabo intervenciones específicas como entrenamiento de resistencia para aumentar o mantener la masa muscular para apoyar un mejor metabolismo”.

Los receptores MC4 están ubicados en el hipotálamo, región cerebral clave para regular la ingesta (Imagen ilustrativa Infobae)

A los factores antes mencionados, un reciente estudio publicado en la revista Metabolismo celular Agregó que otra explicación podría estar en los cambios que ocurren con la edad en la forma de la receptores de melanocortina-4 (MC4), presente en el hipotálamo y esencial para la regulación del apetito y el metabolismo energético.

Según un trabajo con ratas, cuando envejecen, el MC4 cambia: hay un acortamiento de los “cilias” de estos receptores-, lo que disminuye el número de receptores MC4 activos, y por tanto disminuye el metabolismo y el hambre aumentalo que da lugar a una mayor tendencia a la obesidad.

“En resumen, los cilios de los MC4 de las neuronas hipotalámicas se acortan con la edad, y neutralizan las señales de saciedad, provocando obesidad y resistencia a la leptina”, explicó la nutricionista del SAD, quien destacó que “es importante resaltar que en este estudio también “Descubrimos que hacer modificaciones en la dieta limitando la ingesta inhibe el acortamiento de los cilios MC4 relacionado con la edad, e incluso limitando la ingesta regeneraba los cilios MC4 una vez que habían disminuido debido al envejecimiento”.

La buena noticia en este punto es que “este acortamiento de los cilios de los receptores Sería reversible con tratamiento de la obesidad”. Y aunque en el estudio lo hicieron con una reducción de la ingesta, para Aguirre Ackermann “esto permitiría asumir que ya sea con un plan de alimentación, medicamentos contra la obesidad, dispositivos gástricos o con cirugía bariátrica, la regeneración de los cilios MC4 se ve afectada”. por la enfermedad podría lograrse. edad”.

Consultar a un especialista para trazar un plan de alimentación acorde a las necesidades en cada momento de la vida es clave para una buena salud (Getty)

“Además de los cambios ya mencionados, con el envejecimiento suele haber una mayor resistencia a la insulina, lo que conduce a una distribución más abdominal (y visceral) de la adiposidad. Es por esto que la adiposidad predominantemente abdominal se asocia con mayor riesgo de enfermedades metabólicas y riesgo cardiovascular”, destacó Farías en este punto.

“Por otro lado, el estilo de vida sedentario Contribuye a que esta mayor adiposidad corporal sea aún más pronunciada. Y el estrés crónico también puede conducir a una producción elevada de cortisol, una hormona que promueve la acumulación de grasa en el abdomen”, aportó Aguirre Ackermann.

Los expertos coincidieron en que es aconsejable ajustar la alimentación a medida que pasa el tiempo, especialmente en el contexto de personas con tendencia natural a ganar peso y mayor riesgo de enfermedades asociadas al sobrepeso.

Para Aguirre Ackermann, si bien “una alimentación saludable es importante en todas las etapas de la vida, El mensaje es que nunca es demasiado tarde”.. “Si una persona mejora su alimentación con la edad puede prevenir o controlar adecuadamente enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2, el hígado graso, el riesgo de cáncer, mejorar su calidad de vida y prolongar la longevidad”, señaló el especialista. .

La pérdida de masa muscular es uno de los principales factores que amenaza el peso en la mediana edad (Getty)

“Sabemos que con la edad el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e hipertensión, y como vimos hay cambios en la composición corporal y el metabolismo, por lo que si la ingesta calórica no se ajusta a ese cambio, puede resultar en un aumento gradual de peso”, argumentó. al tiempo que añade que “además, cada vez hay más evidencia del impacto positivo en el mantenimiento de la salud de patrones dietéticos como la dieta mediterránea, con proteínas magras, grasas saludables, verduras, legumbres, etc.”

Y como dicen, la clave nunca -ni en la juventud ni en la edad adulta- es contar calorías, “sino, por un lado, ajustar la dieta a las necesidades que cada persona tiene en cada etapa de la vida, mejorar el patrón de nutrientes mantener la salud (por ejemplo, acercándose lo más posible al patrón mediterráneo), y por otro, mantenerse físicamente activo e incorporar ejercicios de fuerza, que son importantes durante toda la vida, pero que cobran especial relevancia durante la menopausia y la andropausia”.

Para finalizar, los especialistas en Nutrición aseguraron que la mejor manera de afrontar estos cambios naturales propios de la edad “pasa por una combinación de Estrategias nutricionales, físicas y de estilo de vida.”.

La salud mental también es un tema relacionado. “Es muy importante buscar estrategias para el manejo del estrés”, afirmó uno de los expertos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para Farías, “Lo mejor es ser conscientes de que el envejecimiento es inevitable y forma parte del ser humano”.entonces los pacientes deben buscar consejo de médicos y profesionales especializadosdirigido a mejorar la calidad de vida y la función de salud en general, con especial énfasis en mantener expectativas realistas y saludable en relación con los resultados de los tratamientos de adelgazamiento.

A lo que Aguirre Ackermann agregó: “La salud mental es muy importante y mantenerse socialmente activo”. “Participar en actividades comunitarias, pasar tiempo con amigos y familiares puede mejorar el estado de ánimo y Salud mental. Desarrollar nuevos hobbies, aprender nuevas habilidades o desarrollar nuevos intereses mantiene la mente activa”, recomendó, y concluyó: “Es muy importante buscar estrategias para el manejo del estrés: técnicas como la meditación, el mindfulness y la respiración. “El estrés profundo puede ser útil para controlar el estrés, lo cual es importante para mantener una buena calidad de vida”.

 
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