Tomo la palabra porque nos dejaste sin palabras, Nadia, y nadie está en condiciones de hablar.
El 10 de abril nos dejó nuestro queridísimo Nanu, Nadia Galán. ¡Dios, no puedo creer que esté escribiendo esto!… Y no podemos decidirnos a dejarla ir. Sí, somos egoístas.
Mientras ayer murmuraba que estos golpes del destino me recuerdan lo que trato de no recordar –sí, la vida a veces es una mierda-, vi que Claudio Corsalini –periodista y amigo– se despedía de ella, haciendo lo mejor que podía, recordándola entre medias. despedidas y cariño, con el consuelo de siempre: “Al menos ya no sufre”. Una nobleza, lo que corresponde decir.
Pido disculpas a todos porque realmente nos cuesta pensar, apenas me atrevo a juntar unas palabras en nombre de mis compañeros y en medio del desamor colectivo y la confusión general, decirles a nuestros lectores y seguidores de las crónicas de Nanu, que Sí, tenemos una muy triste noticia que darles, nuestro querido compañero falleció ayer. Nadia Galán.
Nadia Galán, periodista de PERFIL
Se unió a nosotros el 1 de noviembre. 2009en Cuenta y gana, Luego en Gratis, pero cuando llegó a la redacción del Perfil del diario, pensé: “¿Cómo una persona tan frágil puede ser fuerte y dedicarse al periodismo policial?”. Y, sin embargo, la vimos esquivando todas las balas, literal y metafóricamente. Entonces supimos que había llegado para romper con nuestros prejuicios, esa fue su primera lección. Y no el único.
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“Periodista. Mi objetivo en esta vida es ser feliz, empezando por los pequeños detalles. Si te hace feliz, hazlo. y ahora mamá Delfos”, escribió oportunamente en el pie de foto de bienvenida de su propio Instagram. Segunda lección.
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Pido disculpas porque me gusta escribir extenso, en circunstancias como ésta me resulta difícil y hasta mis brazos se resisten. Hay muchas cosas que me gustaría decir en nombre de todos los periodistas y amigos de Perfil que tuvimos la dicha de compartir días enteros con este rayo de sol que acabamos de perder. Pero creo que esta tristeza que compartimos con su familia exige cierta intimidad.
Alguien me dijo una vez: “todo el mundo piensa que los periodistas somos estúpidos y hablamos mucho; En realidad, somos las personas que mejor sabemos guardar secretos”.
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Y creo que tienes razón. Nuestro dolor hoy es tan grande que necesitamos un minuto de silencio. Vimos a Nanu aceptar con madurez muchas otras pérdidas; con equilibrio, la maldición del cáncer; plenamente, su maternidad; con solidaridad, que sintió como su propia despedida. Ojo, también la vimos sonreír siempre, mientras sus ojos se enrojecían y algunas lágrimas rebeldes desobedecían. Nadia sonreía incluso durante las sesiones de quimioterapia, que gran mujer. Hermosa en todos los sentidos. El 8 de septiembre habría cumplido 40 añosla pucha.
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Nuestros corazones están rotos porque los extrañaremos. Lecciones de integridad. Cuánto, cuánto lo sentimos… eso no se puede narrar.
Y como siempre pasa en estos casos en los que la vida sorprende a la vuelta de la esquina, nos quedan innumerables recuerdos, tantas cosas pendientes, mucho enfado. Sí, porque es entonces cuando me preocupo y pienso en por qué esta hermosa vida se convierte en un lobo forajido mostrando los dientes. Tienes razón Claudio, al menos ya no sufre. Y a esta altura, la gente del PERFIL ya le perdonó su casi inexplicable fanatismo con River Plate. Amor incondicional.
Antes de morir, le pidió matrimonio a su pareja, su otro amor incondicional -él, muy astuto, la había conquistado para siempre el día que la invitó a ver un partido en la cancha de River, la primera salida que compartieron. -.
Todos sabían que el final llegaría en horas, fue internada en una clínica de Avellaneda. Su pareja fue a hablar con el director del Registro Civil de la ciudad y ella no tuvo que explicar mucho para que, el Jueves Santo, un Juez de Paz uniera a la pareja en matrimonio. Se puso una blusa y una flor. Por un tiempo dejó de escuchar las noticias en la televisión y, ante la Ley, eran marido y mujer.
El periodista Leonardo Nieva, redactor, cómplice y compañero desde la primera hora, junto a MIguel Sette y otros compañeros, habían movido cielo y tierra: compraron una camiseta de River Plate y la firmó casi todo el equipo: Armani, Boselli, Borja, Casco. … Fue el regalo de bodas de la redacción de PERFIL. Nadia ya no podía ver bien, pero reconoció las firmas. Y Borja le hizo sonreír. Una vez más estaba feliz.
Nanu estás en nuestros corazones. ¿Hace falta que te diga que ya nada será igual? Cada PERFIL te abraza, siempre.
