¿Sabías que el primer Star Park del mundo se encuentra en el norte de España? Pues sí, te hablamos del Jardín Botánico de Santa Catalina, un verdadero paraíso de diversidad biológica y esplendor natural que va más allá de ser solo un hogar para plantas y animales. Este jardín es un refugio tanto para la vida botánica como zoológica, así como para quienes se deleitan con el firmamento. De hecho, en 2016, la Fundación Starlight otorgó al jardín la certificación Star Park, la primera de este tipo, en reconocimiento a su cielo nocturno inmaculado, sin interferencias de luz artificial, ideal para observar las estrellas.
El Jardín Botánico Santa Catalina tiene una historia tan diversa y fascinante como las especies que alberga. Instalado sobre las ruinas de lo que fue un monasterio, un palacio y una iglesia de entre los siglos XIII y XIV, el jardín pasó a ser propiedad del municipio alavés de Iruña de Oca en 1999. Desde entonces, se ha convertido en un punto de encuentro entre la naturaleza y la cultura. Al albergar especies botánicas de diferentes regiones climáticas, que van desde árboles centenarios hasta cactus y orquídeas exóticas, garantiza que cada visita sea una aventura inolvidable en un total de 32.500 metros cuadrados.
El jardín no sólo enamora durante el día. Al caer la noche, se convierte en un teatro estelar. La Fundación Starlight, comprometida con la defensa de los cielos y la difusión de la astronomía, ha elegido Santa Catalina como escenario perfecto para eventos como serenatas estelares, proyecciones planetarias y visitas guiadas bajo la luna. El reconocimiento como Parque Estelar no sólo celebra la pureza del cielo, sino que también promueve el turismo responsable y la conciencia ecológica.
Entre sus espacios más recomendados se encuentra la colección de bonsais, que presenta ejemplares de esta tradición ancestral, y el Refugio de Mariposas, hogar de cientos de mariposas de diversas especies que dan vida a un vibrante espectáculo de colores. Por otro lado, el Árbol de los Deseos, un algarrobo que se ha convertido en custodio de historias, espera que los visitantes le confíen sus sueños y esperanzas.
Si buscas un lugar que te enamore tanto de día como de noche, el Jardín Botánico de Santa Catalina es lo que estás buscando. Es un excelente ejemplo de cómo la pasión por la naturaleza y el cosmos pueden converger en un solo lugar. Además, su designación como Parque Estelar es un recordatorio de que, incluso en un mundo cada vez más urbanizado, hay espacios donde el cielo sigue siendo un patrimonio accesible a todos.
