Cambios en el trabajo, ética en la empresa, geopolítica incierta, presión en las redes: claves para entender el futuro | Tendencias

Cambios en el trabajo, ética en la empresa, geopolítica incierta, presión en las redes: claves para entender el futuro | Tendencias
Cambios en el trabajo, ética en la empresa, geopolítica incierta, presión en las redes: claves para entender el futuro | Tendencias

Para que el futuro deje de dar miedo quizás lo que haga falta sea entenderlo. Con este espíritu nació Tendencias, el nuevo proyecto de EL PAÍS. En la segunda jornada de su foro, celebrado este martes en el Teatro Platea de Madrid, hablaron sobre inteligencia artificial, salud, geopolítica, transformación laboral y ética empresarial. Y las redes sociales, como comenzaron a hacer, desde primera hora de la mañana, los creadores apodados Los Javis.

“Las redes han tenido un impacto enorme en nuestras vidas: nos conocimos en Facebook”, dijo uno de ellos.

Los Javis son dos javiers audiovisuales: Javier Calvo y Javier Ambrossi. Se destacaron con La llamada y Paquita Salascontinuaron con El veneno y ahora están con el Mesías. En el evento de Tendencias charlaron con el periodista de EL PAÍS Manuel Jabois sobre las relaciones personales en la era digital.

Los artistas, también los periodistas, cualquiera que tenga un empleo público, ahora pueden, a través de las redes, estar en contacto directo con las opiniones que genera lo que hacen. Se ha ganado transparencia y democratización, aunque quizás ganar no sea el verbo correcto. “¿Existe realmente más transparencia?” Ambrossi se pregunta: “Creo que las redes no reflejan la realidad, creo que están movidas por un motor radical. Casi nadie se molesta en escribir que algo les pareció bien”.

Las redes serían, según el relato de estos artistas, el espejo deformante del absurdo aplicado a la opinión pública. Calvo entendió algo así: “Antes de ir a comprobar qué pensaban de mí, pasé por el proceso de entender que lo que escriben sobre ti no es lo que piensan de ti. La necesidad de valorar constantemente hace que las personas superen los sentimientos de cualquiera”. El juego de las redes sociales es también el juego de la vanidad que tan cerca roza la inseguridad y el deseo de reconocimiento. Los Javis han pensado mucho en esto. “¿Por qué sigo tomándome selfies para que la gente piense que soy guapo? ¿Por qué necesito esa validación? Se preguntó Ambrossi.

Adaptarse a la tecnología

El redactor jefe de Cultura de EL PAÍS, Guillermo Altares, recordó las curiosidades de la película Nobleza baturra (Florián Rey, 1935) y cómo éstas pasaron de ser herramientas agrícolas a convertirse en la base para la producción de muebles, debido a la obsolescencia tecnológica.

Así fue el planteamiento de la mesa La carrera mundial por la mejora del empleo. Se habló de cómo los avances tecnológicos pueden “expulsar” a las personas (o, dicho más suavemente, a las tareas) del mercado laboral, de la velocidad con la que se produce la revolución tecnológica en la que estamos inmersos, de la evanescencia de todo: olvidemos de estabilidad y certezas, el mundo del trabajo estará lleno de incertidumbre y debemos aprender a adaptarnos a sus exigencias.

“El 65% de las carreras que estudian los niños que ahora están en educación infantil aún no existen”, recordó Luis Jesús Pérez López, presidente de la Comisión de Diálogo Social para el Fomento del Treball, “el mercado laboral se está transformando, como en todos revoluciones industriales. Los ponentes coincidieron en cierto fatalismo tecnológico y cierto tecnoptimismo: se destruirán puestos de trabajo, sí, pero se crearán otros.

Pero la precariedad está aumentando. “Los jóvenes de hoy no están tan preocupados por la seguridad, lo que realmente les importa es que el trabajo se alinee con algo que tenga sentido en su vida. No sólo trabajar como un asalariado, sino también”, afirmó Marta Montojo, directora de Carreras Profesionales de la Universidad Francisco de Vitoria. El desafío es adaptar la población activa a las nuevas realidades laborales, no sólo nuevas, sino también en constante cambio. “Vemos cosas que eran imposibles y dejamos de hacer cosas que eran naturales”, explicó Ángel Sáenz de Cenzano, director general de LinkedIn en la Península Ibérica, quien añadió: “Ya no habrá esa linealidad de carreras, viviremos en la necesidad de una adaptación constante”. Ellos lo llaman recapacitación.

Dependencia geopolítica

El desafío también se presenta en el escenario internacional, como se refleja en la charla Adaptación al cambio: geopolítica para un nuevo escenario empresarial, moderado por la corresponsal de Asuntos Globales de EL PAÍS, Andrea Rizzi. “La interdependencia es la característica hoy, a diferencia de la Guerra Fría”, dijo el periodista.

“La geopolítica, la sostenibilidad y la tecnología son los ejes en torno a los cuales debe configurarse la estrategia a largo plazo de las empresas”, afirmó Elena Salgado, exministra y presidenta de la Fundación Abertis. También tres grandes acontecimientos geopolíticos influyentes: la rivalidad entre Estados Unidos y China (que arrastra a Europa), la guerra en Ucrania y la pandemia. ¿Qué deberían hacer las empresas? “Tomar en consideración los riesgos, compararlos con la posibilidad de una inversión, establecer alternativas y diversificación, e incluso seguros”, dijo Salgado.

La filósofa y catedrática emérita de Ética de la Universitat de València, Adela Cortina, durante su presentación en el acto Tendencias, en Madrid, este martes. Santi Burgos

“La mayoría de los expertos descartan un conflicto armado entre EE.UU. y China”, afirmó Charles Powell, director del Real Instituto Elcano, aunque no negó las posibles turbulencias en torno a Taiwán y el mar de China. “Tener que elegir entre Estados Unidos y China nos coloca en una situación muy vulnerable”, añadió. En relación con el sur global, “estamos en un momento crítico, y el conflicto de Gaza ha hecho mucho daño”, afirmó Powell, “nos van a acusar de tener un doble rasero en el conflicto entre Israel y Palestina y eso va a afectar nuestra credibilidad ante los países del sur global”.

La responsabilidad de las empresas

La filósofa Adela Cortina dio la pequeña charla Ciudadanos y personas responsables en la gobernanza global. “La empresa y su responsabilidad social son grandes temas de nuestro tiempo. Hemos visto un giro en este sentido. En la década de 1970, el economista Milton Friedman dijo que la única responsabilidad de las empresas era producir beneficios para los accionistas. Hemos experimentado avances que deben ser apoyados”.

Ahora las empresas no sólo deben intentar aumentar sus beneficios, sino también hacerlo generando buenas sociedades, al menos en teoría. Se le ha llamado capitalismo. partes interesadas la que se preocupa por todos los grupos de interés que rodean la actividad de la empresa, como señaló Edward Freeman y que ha apoyado Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial. “Más bien, de todos los afectados por la actividad de las empresas”, añadió Cortina. Para el filósofo, este es el concepto de responsabilidad social que ha triunfado y el que hay que promover. Se consideran el equilibrio económico y medioambiental, “pero no hay que olvidar el equilibrio social. La idea del triple balance es muy positiva”, concluyó Cortina.

Tendencias Es un nuevo proyecto de EL PAÍS, con el que el periódico aspira a abrir una conversación permanente sobre los grandes retos de futuro que afronta nuestra sociedad. La iniciativa cuenta con el patrocinio de Abertis, Enagás, EY, Iberdrola, Iberia, OEI, Redeia, Santander, Telefónica y el socio estratégico Oliver Wyman.

 
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