Aunque no se encuentra entre las tendencias más promovidas en el mundo del fitness, caminar Sigue siendo una de las prácticas físicas más extendidas y efectivas. A su bajo costo, facilidad de acceso y bajo riesgo de lesiones, existen beneficios fisiológicos, neurológicos y metabólicos que respaldan su importancia como un ejercicio esencial.
Investigadores como el profesor Brian Carson, de la Universidad de Limerick, y el estratega de rendimiento de Irlanda Abigail, destacan sus múltiples efectos en el cuerpo y la mente, incluso sin rutinas extenuantes.
Según un Estudio australiano sobre la participación deportiva mundial, Caminar es la actividad física más practicada en cuatro de las seis regiones analizadasincluyendo América y el sudeste asiático.
A pesar de su aparente simplicidad, Carson, quien también es asesor científico de todo Suppp, enfatiza que Caminar “moviliza todo el cuerpo”que aumenta el gasto de energía y la demanda metabólica muscular.

El acto de caminar desencadena una serie de respuestas físicas moderadas pero significativas. El respiración acelera para suministrar más oxígeno a los músculosaunque sin generar agotamiento extremo. Como una actividad continua de baja intensidad, caminar facilita el suministro de energía sostenido y favorece el uso de depósitos de energía corporal.
Además, Carson enfatiza que esta actividad activa el sistema nervioso de manera coordinada. “Nuestro cerebro y sistema nervioso se vuelven más activos a medida que procesan información sensorial y dirigen el movimiento de los músculos en la secuencia”explica. Esta coordinación de líquidos contribuye al pozo motor y cognitivo.
Los beneficios neurológicos también son notables. Un estudio de Universidad de Stanford Mostró que caminar mejora la creatividad en un 81% durante las pruebas de pensamiento divergente. Este efecto se mejora al caminar al aire libre, donde el entorno adicional estimula la función cognitiva.
Por su parte, se descubrió que el ejercicio aeróbico regular, como caminar, puede aumentar el volumen del hipocampo y los niveles de factor neurotrófico derivados del cerebro (BDNF). “Es como un fertilizante cerebral”, dice el estudio. Este componente fortalece las neuronas y mejora la comunicación entre las células cerebrales.

Carson y su equipo también dirigieron un metaanálisis en la Universidad de Limerick que Reveló cómo caminar ayuda a romper con comportamientos sedentarios. Además, el ritmo tiene un impacto relevante: caminar a velocidad acelerada se asocia con mejores indicadores cardiovasculares y de longevidad.
La idea de que el ejercicio cardiovascular inhibe el crecimiento muscular es común en los gimnasios. Sin embargo, Carson aclara que la relación entre caminar y masa muscular es más matizada. “En un estudio en el que los pasos se redujeron a menos de 1.500 por día, un 28%observó una reducción significativa de la longitud en las piernas y la síntesis de proteínas musculares, incluso después de un alimento rico en proteínas”, explica.

Sin embargo, caminar sin ningún complemento no genera hipertrofia muscular. Él también agrega que El entrenamiento de resistencia combinada es efectivo para mantener la masa muscular. Aumentar la intensidad a través de rabillo —Caminate con una mochila – representa un mayor estímulo muscular, especialmente para la parte inferior del cuerpo y el centro.
Donde caminar presenta una ventaja más clara está en la pérdida de grasa. Según los expertos, esta actividad ingresa al espectro LISS (Estado estacionario de baja intensidad), Modalidad óptima para el metabolismo de la grasa. El cuerpo tiende a usar lípidos como fuente de energía durante los esfuerzos prolongados de baja intensidad.
Y estudiar reforzó esta declaración demostrando que agregar una carga (como en el rabillo) Mejorar la reducción de la grasa corporal.
Caminar no es solo una forma eficiente de hacer ejercicio: también Es una herramienta para Bien mental -being. La activación del sistema parasimpático induce un efecto calmante que reduce el estrés y favorece la claridad mental. Como indica Carson, “debemos pensar que caminar es la base de nuestra actividad física y un medio para mantener o mejorar nuestra salud”.

Aunque no causa transformaciones inmediatas o aparece entre las rutinas más intensas, Caminar sigue siendo un pilar de bien físico y mental. Su impacto positivo en la salud metabólica, cerebral y emocional lo convierte en un hábito esencial, adaptable a cualquier etapa de la vida. Como resume Carson: “No es una moda física; es literalmente la forma en que debemos movernos”.