Privacy Policy Banner

We use cookies to improve your experience. By continuing, you agree to our Privacy Policy.

“Borges jugó todo el tiempo, cantó, era como un niño”.

-¿Cuán te dieron una comisión y terminaron en caminando con Borges?

En la mesa de un bar, con la ventana de mayo, el periodista español Juan Cruz Ruiz sonríe con toda su cara. Eso, el de su caminata con un feliz Borges que canta islandés, es una de las grandes anécdotas de un libro con grandes anécdotas. Secreto y pasión de la literatura -As que esta tarde en la Feria del Libro con Claudia Piñeiro- es una tremenda gira de momentos vividos con los mejores escritores del siglo XX y XXI. Cruz siempre estuvo allí, como entrevistador, como editor, como testigo.libro img

Secreto y pasión de la literatura

Por Juan Cruz Ruiz

libro electrónico

Cruz estuvo allí con Borges, con Vargas Llosa, con Cortázar, con Javier Cercas, que acaba de publicar el libro de su viaje con el Papa Francisco con Leonardo Padura, con Juan Carlos Onetti, con Günter Grass, con Jorge Semprún, con Almudena Ordes y más y más.

Todos hablan con pasión y con respeto. Puede deslizar un “defecto”: Cortázar fue vano, y alguna broma, como Onetti dice que si impresiona sus desafortunados dientes … “Realmente tengo una dentadura postiza perfecta, pero lo he prestado a Mario Vargas Llosa”. Pero, en general, el tono es de amor y cercanía. El ex jefe de cultura del periódico El País, ex editor general de Alfaguara, Cruz es un periodista del alma que siempre verá su cuaderno en su mano y anotando lo que sucede.

¿Qué es, entonces, que terminó caminando con Borges? “Nunca he dicho que no”, responde. Y cuenta:

-Elé en una casa de algunos amigos y me llamé Javier Pradera, quien era director y luego era de Editorial Alliance. Pradera me dijo que al día siguiente le gustaría que me hiciera cenar en Borges, no solo para cenar, sino que lo acompañó al hotel, lo recogió en el hotel, lo acompañó al hotel al día siguiente y luego lo ayudó a cerrar sus maletas. Hice todo eso.

“Secreto y pasión de la literatura”, de Juan Cruz

-Becuse María Kodama estaba viajando.

-Kodama estaba en Córdoba, de España. Entonces Borges Me recibió en la habitación. Lo acompañé y lo llevamos a cenar en un restaurante de lujo en Madrid que fue pagado por Editorial Alliance. Pero éramos mi esposa, mi hija, que no teníamos a nadie para dejarla a ella y a una amiga que nos acompañó y que nos acompañó. Borges iba, era un auto pequeño. Estaba cantando, en islandés. Y de vez en nos pregunté cosas.

-¿Cómo qué?

-CÓNO se llamaba mi madre, ¿cómo era el nombre de la madre de Pilar, cómo era la niña, lo que sea? Y luego se sorprendió mucho que mi madre fuera nombrada Calzadilla, Juana Ruiz Calzadilla. Porque su madre en no sé qué instancia de su vida fue nombrada como mi madre. Entonces mi esposa: su se llamaba Borges. Para él, todas esas cosas mágicas. Y fue muy, muy feliz. Luego llegamos al restaurante y, por supuesto, él era un hombre ciego. Tenías que enseñar todo y contarte todo. Y una de las cosas que sucedieron fue que le pidió al camarero que dijera qué era comer. Y el camarero le dijo que “” tenemos esto, tenemos esto y tenemos Vichyssoise. “¿Sabes lo que el Vichyssoise?

-Me tuve que buscar cuando leí el libro: una sopa.

-¿Qué sobre el Vichyssoise? Tienes que darlo. Luego comencé a darle el Vichyssoise a Borges. ¡Borges! Mientras tanto, hice preguntas y esas preguntas no tenían otro objeto que hacer preguntas. Y él me respondió y respondió . Todo estaba jugando. Borges estaba jugando todo el . No era una persona solemne, que llevaría las cosas al pecho. No, era como un niño.

El artículo en tu reunión
El artículo sobre su reunión con Borges publicó Juan Cruz

-Y cómo continuó?

-Tero al día siguiente fui al hotel, cuando llegué me vestí y Borges me pidió que arreglara su maleta. Y él dijo: “Hazme un favor, deja algunas ranuras para respirar las camisas”. Siempre estaba haciendo cosas, estaba a cargo.

-En el libro dices que dependía.

-Yes pero dirigió todo. Años antes, en Perú, le había pedido a Vargas Llosa que lo llevara al baño. “Ahora serás mi capitán”, dijo. El mío era mucho más modesto, el que fijó su camisa.

-Pero continuaron juntos.

-El entonces me pidió que fuera con él a la cúpula del Hotal. Me dijo que era el único lugar en el mundo donde podía ver el color amarillo. Lo tomé.

-Entié que Borges podía ver el amarillo, en general.

-Ello lo dijo, pero todo sobre Borges puede ser una cosa y lo contrario y el Aleph y yo no sé qué.

Escritor argentino Jorge Luis
Argentine writer Jorge Luis Borges and his cane. (EFE/Manuel Hernández de León)

-El entonces hablaste de esto con Kodama …

-En dos años murió Borges y Kodama pidió verme. Creo que no conocía a Kodama hasta entonces. Kodama y yo lo citamos junto al domo, precisamente para tomar algo. Le dije que había traído Borges a este sitio para ver el amarillo. “Habías ido a Córdoba …” y él dice: “Nunca dejé solo a Jorge Luis Borges” y no iba a discutir con ella, porque un periodista no discute.

-Pero fue arreglado.

-El entonces debo decir que era amigo de ella. Además, era una persona que parecía muy frágil y que no era la persona dura que la gente dijo.

-En el libro hay muy que Borges se ríe.

-Borges fue la persona más comprensiva con la que he estado en el mundo literario. Cantando y cantó. Es decir, estoy convencido de que no sería una deferencia para nosotros.

-Estabas con escritores enormes, públicos y privados. ¿Cómo están los escritores?

-Los certificadores son personas que cuando se consideran infalibles comienzan a dejar de ser buenas.

-¿Por ejemplo?

-Barlos fuentes. Era un gran escritor y de repente comenzó a contar historias que no había visto ni vivido. Cuando un escritor comienza a inventar, está llegando a un abismo que cae o devuelve. Porque un escritor, siempre, me parece, debe estar atento a lo que le sucede a sí mismo.

-Al que se supone que no debes inventar?

-Sight, hay muchas cosas en La ciudad y los perros Se inventan. ¿Pero Vargas Llosa habría escrito ese libro sin la ciudad y los perros? Ha escrito Gabo, sin aracataca, Cien años de soledad? ¿Quién quiere saber qué pasó en Aracataca tiene que leer? Cien años de soledad.

Aracataca era la ciudad en
Aracataca fue la ciudad en la que nació y creció Gabriel García Márquez, y el que inspiró a Macondo. (Colprensa)

-¿Cuarte que pasó? Es ficción.

-Ke todo, uno tendría que ir a Aracataca para ver que todo lo que la novela cuenta, que es ficción y parece ficción, estaba sucediendo allí. Las Piedras, el hielo, el lugar donde se hizo el hielo, el enorme ventrón de Aracataca, la soledad de Aracataca, la casa donde nació Gabo, la cuna donde nació Gabo. Todo parece allí y todo lo que digo se ve allí, no se ve. Pero tan pronto como lo consigas, algo te guía que lo que ves, lo que ves, es el libro. Es la primera vez en mi vida que he visto un libro reproducido en un pedazo de tierra.

Cuando: Este jueves 1 a las 17.30.

Dónde: Book Fair, La Rural. Alejandra Pizarnik, yellow pavilion.

Participán: Juan Cruz Ruiz and Claudia Piñeiro

-

-
PREV “No es un libro sobre China, es un desfibrilador para Occidente” -.
NEXT Anuncio mi nuevo libro -.