También tendrán sus diferencias.
En este momento con respecto al editor, no puedo decirte nada. Lo pasamos muy bien y tenemos un criterio muy similar. Aquí todo es muy democrático, y cuando no estamos de acuerdo con qué decisiones, levantamos la mano y la mayoría ganamos. Todavía no nos hemos ido. Y si ocurre, lo resolveremos de manera diferente. Miranda, quien es mi representante, que somos una pareja, está en una posición más complicada que la mía porque tiene que estar luchando por conseguir cosas y conmigo para convencerme de hacer a los demás. Pero siempre gana lo bueno, todo el tiempo.
¿Hay algún lugar para un editorial como el que recaudan en un mundo cada vez más digital?
El mundo es cada vez más digital, pero la cantidad de libros que se publican por mes es estratosférico. Eso me hace ver que tal vez hay un agujero para crear su propio proyecto. No es fácil y requiere muchas cosas y mucha inversión económica, pero, eventualmente, puede hacerlo. La cantidad de manuscritos que llegan al día son innumerables. Hay personas escribiendo y personas que publican y, sobre todo, hay personas que leen. Los índices cada vez más altos, los porcentajes de personas que leen, jóvenes, adultos … la literatura está ahí para equilibrar el equilibrio de la tecnológica. Pase lo que pase y hay avances, los libros siempre están ahí y, además, libros de papel, que son algo mágico medio.
¿Vas a publicar en pan?
Tengo mis casas editoriales. Nunca digas, no sé qué puede pasar en el futuro, pero en principio no es la idea. Me siento cómodo en esta compañía como figura de editor. Lo estoy disfrutando mucho y me gusta ese papel, y puedo aprovechar los privilegios que puedo tener como autor para promover la carrera de los demás.
¿Cómo eligen a los autores?
El criterio es, en general, bastante simple, y nos gustan los cuatro o, al menos, una mayoría. Nos gustan todos los géneros: poesía, ensayo, narrativa, cualquier cosa. Ahora se hacen muchas cosas híbridas, que parecen ensayos o tratados filosóficos. Hay ficción, auto -ficción … en el sentido de que no tenemos reglas. Lo que nos llega, como este, nos mueve y sentimos que dice algo nuevo. Los primeros libros, porque la editorial aún no había salido, fuimos a buscarlos. Hay personas que hacen cosas muy importantes y especiales, con mucha entusiasmo. Sabemos que trabajamos con personas, con sus proyectos, que son muy personales y frágiles, y eso es hermoso. Queremos cuidar mucho todo ese acompañamiento para aquellos que trabajan con nosotros y que los libros tienen una vida el mayor tiempo posible.
Ahora ella también es maestra en su taller literario en línea. ¿Cómo estás en ese papel?
Es una aventura. Siento que acompaña muy bien el trabajo del editor. Para mí, a escala personal, me ha dado una rampa de autoestima porque siento que las cosas que puedo saber van a algún lado y pueden ayudar a alguien. Todo lo que he aprendido durante estos años, y que sigo aprendiendo, puedo decirle a las personas que quieren escucharlo y que pueden mejorar su escritura, tal como lo hice en su día o todavía lo hago. También hay un punto personal, porque mi padre es maestro, muchos miembros de mi familia son y siempre me han dado mucho respeto. De hecho, creo que he tomado tanto tiempo porque es algo que me impone y me parece una de las profesiones más complicadas y más importantes.
