El 16 de enero de 1957, a las dos y media de la tarde, el timbre en el sexto piso del número 5 de la calle Luis Briñas de Bilbao no sonó. Era un domicilio particular, el del Díaz Pérez. Fue jugado a familiares, conocidos e incluso hermanos de La Salle, de la Escuela Santiago Apostle en la calle Licencia Poza, donde estudiaba el hijo de la casa.
Nadie había muerto, ni se celebró ningún Ephemeris, pero el atlético jugó contra el Manchester United, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa de Europa y desde la terraza en ese piso, la vista del campo era espectacular. Un tribune libre.
cuando se escuchó el anillo de la puerta, el lino, el abuelo puso un gesto de molestia y envió a Ernesto, su nieto, a abrir. Estaba harta de tanto Gorron que también le dio trabajo a Charito, su hija, que como buena anfitriona comenzó a hacer café para visitar, mientras su esposo tomó el brandy. Pero ese día, Lino compró una cerda en forma de cerdito con su nieto. “Cuando suena el timbre, a la que te subes a la casa frente a Piggy Bank y ves lo que pone”, dijo.
Ernesto, quien después de pasar su infancia y su adolescencia jugando al fútbol con Ángel Villar, por delante del portal de al lado, luego un futbolista, entonces presidente de la Federación, se convirtió en periodista y trabajó en Rtve hasta su retiro, hizo negocios esa tarde en la que San Mamés se manchó con una copia nevada, en la primera visita de United a Bilbao.
Fue, dicen los que lo vieron, uno de los juegos más memorables jamás jugados en la Catedral. Ganó el Athletic 5-3, después de descansar 3-0. Lo que marcaron ese día Marcaida, Merodio, Arteche y Uribe dos veces, y a veces abrumaron a los Busby Babes, los Duncan Edwards, Taylor, Violet and Company, muchos de los cuales murieron meses después en el terrible accidente aéreo de Munich. El regreso, que no se jugó en Old Trafford, pero en Maine Road, el City Field, fue otra historia. Con Carmelo Cedrún, el portero, herido en la rodilla después de una acción violenta de Taylor, Athletic perdió 3-0.
La segunda vez que enfrentaron, en 2012, fue la sublimación del trabajo de Marcelo Bielsa en Athletic. En la ronda de 16 de la liga Europea, los Rojiblancos agredieron a Old Trafford (2-3) con un puntaje que se quedó corto después del juego de todo el equipo. Marcaron Llorente, Muniain y Óscar de Marcos, el único sobreviviente de esa generación. 8,000 seguidores atléticos fueron a Mercanter, el mayor desplazamiento, excepto en la final, en su historia. Al regresar, a pesar del corto resultado (2-1), el equipo de Bilbao firmó una exposición. Gea todavía tiene pesadillas. El resultado global del empate (5-3) recordó el del primer juego entre ambos equipos. Rooney anotó los tres goles en inglés, y lo hicieron para el atlético Llorente y Marcos.
“No lo recuerdo, era pequeño, pero me han dicho que Muni y Demar hicieron un gran juego”, dice Nico Williams. “De Marcos nos dice que vamos a asustar con lo que vamos a encontrar allí”, confiesa en la anterior de las semifinales de la Liga Europea (21.00, Movistar), que es simultánea con el otro juego: Tottenham-Bodo Glimt.
El pequeño de Williams no quiere asumir el papel de un favorito contra United. “Tienen grandes jugadores y desde el principio hemos enfrentado este torneo con un perfil bajo. Bajini se vive mejor, como dijo mi hermano. Entiendo la ilusión de la gente, pero tenemos que desempeñar nuestro mejor papel para que todo vaya muy bien”.
En eso, Ernesto Valverde también abunda, quien no podrá contar con Sancet. “¿Llegar a la final? Esa es la ilusión de la gente. Y eso está bien”, dice, pero “tenemos que centrarnos en el juego, qué hacer cuando la pelota está a la derecha, en la esquina. Son jugadores de gran talento y tenemos que contrarrestarlos. Hay cuatro pasatiempos que piensan lo mismo”. El entrenador atlético no sabía cómo explicar la mala carrera de United en su liga. “Soy un experto en el primer ministro como espectador, como muchas personas más”, plantó. “Es una competencia dura y el United ha salido mal. Tienen ciertos mecanismos que los convierten en un equipo duro y difícil”. Es la perspectiva de Ernesto Valverde, firme en su adhesión a la causa. “Todo lo que obtienes con el atlético siempre tiene un gusto especial para mí. Puedes conseguir cosas con otros equipos, pero con el atlético sabes mejor y las derrotas duelen más, porque es atlético”.