En “X-Men 97”, cuando Magneto habla el mundo escucha | CRÍTICA | Animación Marvel | Bastión | Reptador Nocturno | Glotón

Un episodio lleno de acción es lo que presenta la octava entrega de “X-Men 97″, en la primera parte del arco argumental “La tolerancia es extinción”, que llevará a su clímax el enfrentamiento entre los responsables de la masacre de Genosha y los únicos que pueden detenerlos: los mutantes de la escuela de Charles Xavier.

Acción, pero también algo más.

¿Por qué se hace una serie animada? Mostrar cosas que no se podrían hacer con acción real. En ese sentido, el octavo episodio de “X-Men 97” se encuentra con la audiencia. Las escenas de la persecución de los Summers por parte de los centinelas, las peleas dentro de la mansión Xavier y en general todos los conflictos físicos han sido brillantemente desarrolladas, lo que corresponde a la calidad técnica ya mostrada. En particular, destaca la lucha de Wolverine (Cal Dodd) y Nightcrawler (Adrian Hough) contra los Sentinels, donde la serie da un breve vistazo de lo que es teletransportarse con la habilidad del mutante azul.

Pero donde también brilla el episodio es en su narrativa, que bebe del cómic y no sólo de tramas concretas. Algo habitual en los cómics, al menos hasta los años 80, era presentar a los personajes con una sobrecarga de información. Globos de diálogo superpuestos a otros globos de diálogo, con apariciones del narrador; En cierto modo, por eso los cómics de antaño ofrecían más tiempo de lectura que los de ahora. Algo así se vio esta semana con el origen de Bastion, cuyo padre fue infectado por la “semilla” de Nimrod y, tras conocer a su madre, trajeron al mundo a este ser mecánico-orgánico. Toda esta información llegó rápidamente al espectador a través de Jean Grey, quien hace irrelevante a cualquier narrador con su capacidad para detectar las huellas psíquicas del entorno.

¿Es posible establecer como una amenaza real a una persona que ha aparecido de un momento a otro? “X-Men 97″ logra esto, en parte gracias a la actuación de Theo James, quien convierte a Bastion en un tipo tan encantador que resulta aterrador; También gracias al guión. “Cuando no tienes nada personal en juego, tu respuesta es la apatía”; dice el villano para explicar la falta de respuesta de la humanidad ante la masacre, que fue una manera de conmocionar al mundo (Genosha sorprendió a los enemigos de los mutantes y a sus aliados), de paralizarlo para poder intervenir. ¿De modo que? Reemplazar a los mutantes con la raza superior de centinelas.

Pero Bastion también apeló a las personas radicalizadas que se aíslan para difundir su odio. Así, los enemigos de los mutantes escondidos en Internet encontraron la manera de convertirse en centinelas. Bastión no logró todo esto solo, cosechó el radicalismo del pueblo. Y ahí entra el discurso del Dr. Cooper, de que todo lo sucedido en Genosha no fue una sorpresa, sino algo que se veía venir y que la gente común ignora para seguir viviendo su vida.

Es entonces que “X-Men 97″ vincula su historia actual con lo que contaba la serie original en los años 90, cuando Magneto, el radical, era el villano. Ahora revela que tiene razón y que, desde el Polo Norte, emite un pulso electromagnético para apagar a todos los centinelas. Sólo acabó con los síntomas, no con la enfermedad. Y esta enfermedad no se llama Bastión ni Señor Siniestro, sino discriminación. Por eso Wolverine dice que Magneto ha declarado la guerra.

Si esta declaración hubiera ocurrido temporadas atrás, los X-Men se habrían enfrentado a Magneto. ¿Pero ahora qué? Cuando la traición de los representantes de la humanidad es evidente, ¿qué mutante elegiría el camino de la conciliación? El regreso de Charles Xavier, un pacifista, plantea otro problema. Habrá conflictos dentro de la comunidad mutante, pero eso sólo retrasará lo inevitable: los mutantes y los humanos tendrán que encontrar una solución. Y esta vez no habrá lugar para la paciencia. Porque cuando Magneto dice “ya basta”, el mundo se detiene y escucha.

pensamientos sueltos

• Que gran escena entre Nightcrawler y Jean Grey. Porque los hechos pueden decir una cosa, pero son los sentimientos los que nos ayudan a soportar el día a día.
• Me cuesta creer que el Dr. Cooper no supiera lo que estaba haciendo Bastion. Lo que dicen es que fingió demencia.
• Esta semana hay apariciones especiales: el Dr. Doom (enemigo de los Cuatro Fantásticos), que intenta lavarse las manos de su connivencia en el genocidio, y el Barón Zemo (enemigo del Capitán América), que hace las preguntas correctas.
• Me parece ingenuo que Bastion llame al presidente de Estados Unidos aliado de los mutantes, cuando en la práctica no ha hecho nada para ayudarlos después del genocidio. De cualquier manera, el villano lo tiene en la mira.
• El Spider-man que apareció en esta serie es el mismo de la serie de los 90, que quedó inconclusa.
• Esta semana la trama de Roberto y Jubileo quedó en el aire, no se ha ligado bien a lo que sucede salvo el detalle de la fiesta solidaria con los mutantes. Un gesto que no sirve de nada.
• Xavier tendrá que explicar muchas cosas a sus mutantes ahora que ha “regresado de entre los muertos”.