Dioses, monstruos y otras flechas (guía de estreno de Semana Santa)

Dioses, monstruos y otras flechas (guía de estreno de Semana Santa)
Dioses, monstruos y otras flechas (guía de estreno de Semana Santa)

Hollywood es pagano. Siempre ha sido. Sodoma, Babilonia, Hollywood, Las Vegas, Montecarlo, Miami… la geografía histórica del pecado es bien conocida, en parte porque el concepto mismo de ciudad es, desde Babel, un desafío a los cielos y a sus dioses. Pero cuando la meca del cine empezó a explotar la historiografía del antiguo Mediterráneo con túnicas multicolores y columnas de poliestireno, descubrió que su peplo Eran un modelo ideal para poner en imágenes. La biblia, simplemente cambiando Cleopatra por Dalila o Séfora. Y en los países piadosos, como es el caso, las redenciones judías y otras leyendas piadosas se reservaban para que estos días sin carne fueran menos recogidos y más voluptuosos.

Las películas bíblicas eran una combinación de alegría y sacralidad, ideales para burlar la norma, un traslado al cuarto oscuro de los garbanzos con bacalao y sin cerdo que durante la Semana de Pasión alimentaron al mundo con el demonio de nuestra carne. Pero eso terminó.

Las plataformas digitales proponen para estos días itinerarios de cine religioso que van desde lo canónico a lo heterodoxo

Los cines ya no estrenan pasajes bíblicos, lo que no impide que las plataformas de streaming transmisión honrar tan venerable tradición de veneraciones. filmandoSin duda, la compañía que mejor explota su catálogo de películas y series con “exposiciones temporales” –reorganizaciones de la colección en función de discursos relacionados con lo inmediato–, ha dispuesto dos itinerarios específicos para la Semana Santa: en santos clasicos Reúnen las estaciones habituales del Calvario, Jesucristo superestrella a La historia más grande jamás contadade La última tentación de Cristo. a Espartacointercalado con otras vidas de santos menos convencionales, como El nombre de la rosa., Siete novias para siete hermanos o por supuesto, Drácula de Bram Stoker.

Mucho más interesante es que, aprovechando el estreno en la plataforma de la formidable y esquiva teresa de Paula Ortiz y Juan Mayorga, proponen una colección llamada las monjas donde al lado de estrenos como mamacruzEn la comedia irreverente de Patricia Ortega, aparecen todas las heterodoxias imaginables, de Yendopor Paweł Pawlikowski, a Habemus Papampor Nanni Moretti, de paso Caminopor Javier Fesser, Benedettade Paul Verhoeven, o los clásicos Día de Juzgador y La Pasión de Juana de Arcopor Carl Theodor Dreyer.

Kiti Mánver, en el cartel de ‘Mamacruz’

la claqueta

Mientras tanto, en las salas, la semana de la Pasión transcurre por caminos muy diferentes, no exentos de éxtasis ni de pruebas, pero sí de recogimiento y contrición. Por un lado, la versión crística de Los siete pilares de la sabiduría.de DH Lawrence, que Frank Herbert llevó al espacio profundo, novelizando la furia colonial británica en el desierto y la génesis del nacionalismo árabe bajo el título Dunaque el elegante canadiense Denis Villeneuve ha convertido en un lujoso díptico para mayor gloria de la majestuosa grandeza del peplo digital. Paul Atreides (Timothée Chalamet) es el mesiánico interestelar Lawrence de Arabia en este ciclo clásico poscolonial de “el aristócrata redime y empodera a los nativos”.

Para los nostálgicos de las historias de oraciones, resurrecciones y devociones lacrimógenas como la saeta sevillana, vuelve Cazafantasmasla otrora comedia y ahora sentimental misa de Nochevieja patrocinada por el huérfano Jason Reitman, aunque esta vez es Gil Kenan, especialista en jarabes y otras reanimaciones, quien toma los mandos de Cazafantasmas: Imperio congelado. La generación boomer Tiene otra oportunidad para reencontrarse con su infancia y lamerse las heridas en los días de torrijas.


Una escena de ‘Cazafantasmas: Frozen Empire’, con Hernie Hudson y Bill Murray.

Fotos de Sony

La relación de ambas con los mitos religiosos es evidente y, por otro lado, recrean la vocación fantástica y salvadora de todas las leyendas religiosas, por lo que son un perfecto sustituto de los Gólgotas que antaño pensábamos. Y aunque hoy se está entrando en un claro declive creativo y financiero en las salas de cine, los carteles de pandillas de superhéroes sobreviven en los estrenos de plataformas –Vengadores Juego Final colapsó la taquilla a costa de dejar agotados tanto el universo del cómic como las capacidades del productor de Disney/Marvel Kevin Feige: prueba irrefutable de que la cultura occidental es más grecorromana que judeocristiana: el correlato obvio del panteón superheroico actual es el mitología de la antigüedad clásica y el viaje del género, iniciado por Zack Snyder en Batman v Superman: El amanecer de la justicia, opera contestando la supuesta solidez moral monoteísta de las religiones abrahámicas (cristianismo, judaísmo e islam) hacia la ambigüedad mundana del politeísmo grecorromano, con héroes envenenados por imperfecciones y dudas, como una competencia heterogénea de dioses y monstruos contradictorios que son a la vez cosas y ninguna, y por lo tanto difícilmente nos obligan o nos gobiernan. Como en aquella Roma.

Universos superheroicos, panteones del politeísmo moderno, languidecen en las salas de cine pero siguen vivos en las plataformas

Los dioses de estas nuevas semanas de equinoccio sólo saben ser triviales o tribales, es decir, cotidianos -como lo son desde hace años todos los de los universos Marvel y DC- o monstruosos -bestias indómitas que son más demonios que dioses, claro está-. , son más al revés que el verso. Y de estos últimos, los dos más icónicos llegan a las salas, carentes de valor ejemplar, pero no sacramentales: la alianza virtuosa de King Kong (mito romántico inspirado en las novelas de Arthur Conan Doyle) y Godzilla (icono japonés resultante del trauma de Hiroshima y Nagasaki). Godzilla y Kong: el nuevo imperiosegunda entrega de este Alianza comercial entre los mitos de Occidente y Oriente forzados por los mercados, debuta con el subtexto patente de la escala colosal de los nuevos desafíos y su emancipación de las fronteras nacionales de nuestras preocupaciones: son pruebas pandémicas y cálidas, contemporáneas.

El discurso de los monstruos, antítesis o venganza de los santos, seres imposibles cuyos tormentos no vienen a proporcionarnos la salvación sino la extinción, tampoco es nuevo y ya fue registrado por antiguos cartógrafos en mapas de pergamino amarillentos: “Más allá viven dragones. “

Religión y política

Del politeísmo y la civilización, según Michel Houellebecq

En la famosa novela Plataforma, de Michel Houellebecq, un personaje anticipa una reflexión sobre la devoción grecorromana en Occidente. Sostiene que las sociedades liberales no pueden hacer compatible su agencia y el disfrute de ella con la observancia de religiones monoteístas. Y sostiene que precisamente por eso el cristianismo, para sobrevivir, había ido creando su versión del politeísmo grecorromano con sus extensos libros santos y sus devociones idólatras repartidas en templos y santuarios de diferentes advocaciones. El judaísmo, que todavía espera la llegada del Mesías, ofrece profetas para aburrir, pero el Islam, concluye, que no tiene la posibilidad de colectivizar la devoción, es incompatible con la modernidad civilizada. La novela le da un significado trágico a esta profecía en su final, pero cuando se publicó, Hollywood ya había reemplazado a un dios por muchos santos años atrás.

 
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