Cientos de miles de personas, 640.000 según los organizadores y 250.000 según la Policía, se han manifestado en 150 ciudades francesas contra la extrema derecha en una movilización con tintes electorales previa a las legislativas de junio y julio. La convocatoria liderada por sindicatos como la CGT y organizaciones como SOS Racismo y la Liga de Derechos Humanos superó las expectativas al reunir a una enorme multitud preocupada por el avance del ultraderechista Grupo Nacional, vencedor en las recientes elecciones europeas. Con un llamado a la conciencia histórica, los manifestantes expresaron su temor de que la extrema derecha gane el poder en las próximas elecciones.
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Unas 640.000 personas, según las organizaciones organizadoras -250.000, según la Policía-, se manifestaron este sábado en 150 ciudades y pueblos de Francia para protesta contra la extrema derecha en una demostración de fuerza de marcado carácter electoral, dada la proximidad de las elecciones legislativas anticipadas del 30 de junio y 7 de julio.
Se han producido manifestaciones en París y otras grandes ciudades francesas, convocadas por los principales sindicatos del país. En la capital ha habido dos marchas que comenzaron en la Plaza de la República y confluyeron en la Plaza de la Nación, según informó la cadena de televisión BFMTV.
Se esperaba que la convocatoria reuniera entre 50.000 y 100.000 personas, por lo que su asistencia masiva ha sido un éxito para las organizaciones que se han sumado, como la Confederación General de Trabajadores (CGT), el grupo SOS Racismo, la Liga de Derechos Humanos y diversas organizaciones estudiantiles.
Los manifestantes protestan contra el “resultado sin precedentes” logrado por la ultraderecha Grupo Nacionalla fuerza más votada en las elecciones europeas del 9 de junio, por lo que temen que la extrema derecha “gane poder” en las próximas elecciones.
Por ello, los convocantes pidieron a la ciudadanía “tomar conciencia de este momento histórico en el que nos encontramos: este momento en el que nuestro país corre el riesgo por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial de caer del lado de la extrema derecha. “
