Lo que (más) sacude a un padre › Cuba › Granma – .

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Lo que (más) sacude a un padre › Cuba › Granma – .
Defendamos la paternidad responsable, libre de prejuicios sociales. Foto: Pastor Batista

Quizás este particular momento que afrontamos esté lejos de ser el más propicio para que el tercer domingo de junio miles y miles de niños, sin importar su altura, acudan a “el viejo” para regalarle una camisa de su color favorito, o el pijama con el que te paras como un roble a ver la televisión, o esos pantalones cortos con los que seguirás burlándote del calor y donarás sangre voluntariamente a los mosquitos en los momentos de apagón, o simplemente la tarta cuyo merengue te quitará la hija o nieta traviesa. Pasa la punta del dedo por la parte superior de la nariz grande…

Eso y mucho más es muy cierto. ¿Pero quién dijo que la materia es lo que más llena el pecho de un padre o qué, rompiendo los rígidos moldes de tiempos pasados, saca un hilo de excitada humedad por ese agujero que la naturaleza nos abrió en ambos ojos? ?

Las postales convencionales, aquellas de cartulina brillante, a todo color, con flores capaces de dibujar suspiros o con caricaturas muy sugerentes, prácticamente se extinguieron para hacer brotar intangibles, pero al alcance de la mano, en esa hierba también florida del éter digital.

Tampoco es, sin embargo, esa la fórmula que sacude a un padre, a un abuelo…

Es, ante todo, saber que tus hijos, nietos y demás descendientes existen, están vivos, tienen salud, seguridad, protección… y que siguen siendo portadores del amor incondicional, prueba de los proyectiles del tiempo, sembrados a través de la caricia. de a ras de piel, con el cuento inventado por la imaginación, en brazos o en una cuna y con el “montón” de enseñanzas que saltaban cada vez que la palma de la mano ardía con ganas de dar un buen azote.

Lo que (más) sacude los cimientos que sostienen a un padre es el abrazo en cuyo fondo se pierde ese niño o niña, siempre duendes, cada vez que surge el antojo, espontáneo, divino, y sobre todo en fechas como ésta.

¿Ese abrazo puede ser tan cierto como la distancia cero entre ambos cuerpos? –en mi opinión siempre uno solo, fusionado– o tan real como lo vivido, hasta lo más profundo, aunque miden miles de kilómetros entre tronco y brote, o entre el bullicio del hogar y ese lugar cálido donde todo es silencio .

A todos: feliz domingo… más con verso que con adverso, desde este suelo en el que el tiempo ha plantado y florecido millones de padres, al cielo en el que la creencia popular los trasplanta desde tiempos remotos siempre, todos, al instante alcance de aquello que ( la mayoría) sacude a un verdadero papá y no menos a un hijo o hija adorado y agradecido: el abrazo.

 
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