Seis minutos después, llegó la segunda bomba y el árbitro Nicolás Ramírez detuvo el partido. La detención fue solo por un minuto, para responder al pedido de Guido Herrera, quien manifestó estar atónito.
Luego de que el partido se reanudó con normalidad en el campo de juego, dos bombas más interrumpieron nuevamente el encuentro y aparecieron las primeras bengalas en las gradas, demostrando que el operativo de ingreso policial en Rosario había fracasado rotundamente en los registros.
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El momento en el que el partido corrió mayor riesgo de ser suspendido fue a los 26 minutos, coincidiendo, precisamente, con el mejor momento de Colón en el primer tiempo..
En las imágenes de televisión se podía ver al menos a cinco simpatizantes del Sabalero colgados de la alambrada. Mostraron una bandera que tenía escrito el nombre “Los de Siempre”.
Ramírez se reunió con los capitanes de ambos equipos, Paolo Goltz y Guido Herrera, para definir la continuidad del partido; mientras Alexis Sabella pidió calma a sus fans. Ambos optaron por continuar y el partido siguió desarrollándose con normalidad, al menos hasta el final de la primera parte.
Video: así fueron los incidentes en el partido entre Colón y Talleres
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